En nuestra era digital, la comunicación ha adquirido una dimensión sin precedentes. Las redes sociales, las conversaciones entre amigos, la influencia de los medios de entretenimiento y la información que recibimos todos los días son poderosas herramientas que moldean nuestra percepción de la realidad.
Recientemente todos observamos golpes de pecho en las redes sociales por el triunfo que una celebridad que forma parte de la comunidad LGBTQ+, tuvo en un reality show televisado, por la cantidad de dinero que se le otorgó por su participación y el alcance que tuvo. La influencia de los medios de comunicación sin duda se extiende más allá de la política y la cultura popular; también juega un papel crucial en la manera en que abordamos cuestiones fundamentales como la salud y el bienestar.
El panorama al que se enfrentan los temas sociales en las redes, donde aunque pacientes y cuidadores encuentran comunidad de apoyo en línea; la posibilidad de intercambio de consejos y el espacio para expresar sus miedos, tiene un lado oscuro. Las redes sociales pueden ser caldo de cultivo para la desinformación y el sensacionalismo, los comentarios negativos y estigmatizantes, pueden socavar la confianza de los cuidadores y pacientes frente a la atención médica y llevarlos por caminos peligrosos.
Las representaciones de la enfermedad y la terapia en los medios de comunicación pueden influir en la percepción pública de estos temas. Las historias de superación y coraje pueden inspirar a las personas a enfrentar sus propias batallas de manera valiente, pero también es importante que se muestren de manera realista los desafíos y las dificultades presentadas, que no siempre son agradables y mucho menos divertidas.
La comunicación tiene un papel esencial para asociaciones y grupos de la sociedad civil dedicadas a apoyar a personas en procesos de enfermedad o terapia. Las redes sociales, han permitido que se compartan experiencias de salud de manera abierta y valiente, sin embargo memes, chistes y humor negro son lo preferido, queremos todo menos enfrentar lo que nos atañe, y le sacamos la vuelta a hacernos responsables, prefiriendo pasar horas riendo de videos de personas que se caen o asistiendo otro tipo de contenidos de entretenimiento.
Sin duda, la comunicación tiene el potencial de hacer que nuestra sociedad sea más consciente en lo que respecta a la salud y el auto-cuidado. Sin embargo, esta poderosa herramienta conlleva una gran responsabilidad, debemos ser críticos con la información que consumimos y compartimos, alentando a los creadores de contenido a representar de manera precisa y respetuosa las experiencias de salud.
POR MÓNICA CASTELAZO
Gerente Sr. Comunicación y Asuntos Corporativos en Teva México
X: @MonicaCastelazo
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