PERISCOPIO

Sheinbaum no dirá nada, pero habrá señales

Están optando por aplicar la vieja confiable del obradorismo: una encuesta levantada entre el “pueblo bueno y sabio” para definir al candidato

OPINIÓN

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Raymundo Sánchez Patlán / Periscopio / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Recién fue ungida Claudia Sheinbaum como virtual candidata de la cuatroté a la Presidencia y ya enfrenta su primera encrucijada: la elección del candidato o candidata a la Jefatura de Gobierno.

Se trata de un tema estratégico para la continuidad del proyecto personal del presidente López Obrador, toda vez que, en los hechos, implica elegir en automático a un potencial sucesor: de ganar primero la nominación y luego la elección de junio de 2024, tendría alfombra roja para convertirse en candidato presidencial en 2030.

Por eso la prudencia de Omar García Harfuch al hablar sobre su futuro inmediato, aun y cuando la comentocracia lo coloca ya como el delfín de Sheinbaum para buscar la postulación de Morena y sus aliados del PVEM y del PT.

Renunció el sábado pasado como secretario de Seguridad de la CDMX, sin hacer explícito su deseo de buscar la candidatura. Se limitó a informar que va a colaborar con la candidata oficialista. No dijo si como parte de su equipo o como aspirante, que en política es una de las más anheladas formas de colaborar un aspirante presidencial. Es una suerte de autotapado.

Por su parte, Sheinbaum aplica el mismo juego que usó López Obrador en la definición del candidato presidencial. Públicamente no se inclina por ninguno de los que han expresado su aspiración en la ciudad (la alcaldesa en Iztapalapa, Clara Brugada, y el gobernador de Morelos, Cuauhtémoc Blanco).

“Sheinbaum y Morena decidieron medir a la alcaldesa y al ex jefe de la Policía”, escribió ayer Alfredo González en su columna “A Fuego Lento”.

Eso da tiempo a la candidata presidencial de medir también el ánimo del presidente López Obrador hacia García Harfuch, pues se dice que los rencores del tabasqueño alcanzan al ex jefe de la Policía sólo haberse formado (y de manera profesionalmente extraordinaria) en los gobiernos de Felipe Calderón y Enrique Peña.

Y se sabe que el Presidente no quiere repetir una historia similar a la de Miguel Mancera, a quien Marcelo Ebrard designó para sucederlo en el gobierno capitalino y el morenismo terminó acusándolo de traidor.

Tan lo saben Sheinbaum y Harfuch, que están optando por aplicar la vieja confiable del obradorismo: una encuesta levantada entre el “pueblo bueno y sabio” para definir a quien será candidato al Gobierno de la CDMX… y embrión de aspirante presidencial en 2030.

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Bombazo periodístico se difunde este jueves: la plataforma N+ Docs lanza, a través de ViX, la serie El Apóstol, que documenta los abusos y violencia de un culto religioso nacido en México y con presencia en todo el mundo. Se trata del caso de la iglesia La Luz del Mundo, cuyo líder Naasón Joaquín García, preso en California, EU, desde 2019.

La producción dará cuenta de la red de complicidades que en México le han permitido continuar sus operaciones, pese a infinidad de denuncias.

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EN EL VISOR: Le faltó coraje a don Marcelo Ebrard para crear un verdadero cisma en, la secta cuatrotera. Su temor disfrazado de respeto al presidente López Obrador lo llevó a repetir las cruzazuleada que ha sido su vida política.  

POR RAYMUNDO SÁNCHEZ PATLÁN
RAYMUNDO@ELHERALDODEMEXICO.COM
@R_SANCHEZP

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