Mañana es 15 de septiembre y con este festejo siento que ya casi es navidad. A partir del viernes el año se va a ir volando y ni cuenta nos vamos a dar cuando lleguemos al 1° de enero de 2024.
Por lo pronto, muchos estaremos de fiesta celebrando por distintos motivos, aunque el principal es que “nos independizamos” de España en 1810. La verdad es que la historia es algo confusa y Miguel Hidalgo, el “Padre de la patria”, tenía otras intenciones pero en la escuela nos han enseñado que sin él no habría País. En fin.
En lo que a mí concierne, yo voy a festejar que hay fiesta, así que iré a casa de una buena amiga que ya tiene preparado un extenso menú de comida tradicional, antojitos y mucha diamantina para divertirme un rato con los demás invitados.
De estas fechas lo que más me gusta son las romerías de los mercados de la CDMX, que son las ventas especiales que se realizan en puestos que arman en la parte de afuera de estos centros de abasto para ofrecer mercancía alusiva a la fiesta en turno. En este caso hay banderitas, escarcha, bigotes de Pancho Villa (¿?), pelucas de la calva de Hidalgo, paliacates como el de Morelos, vestidos regionales, aretes, listones y demás chácharas tricolor.
También se ofrece comida típica mexicana y es aquí donde me voy a explayar porque los cocineros de los estados de la República que hay en esta ciudad, tienen recetas de al menos de 100 años de antigüedad en la misma familia. Desde las gorditas rellenas de Aguascalientes en algunos tianguis domingueros, hasta el asado de boda de Zacatecas en el mercado de San Cosme, aquí nos podemos llenar la boca de cosas deliciosas poniendo a nuestro País en un plato, aunque la joya de la corona de la gastronomía patria es el pozole.
Por fortuna, aunque algunos te digan que preparan la receta original, al pozole se le ponen ingredientes distintos a los que usaban los aztecas, como la carne humana por ejemplo, así que no se vayan con la finta. De los más ricos que he probado están en el Mdo. San Camilito de Garibaldi y en el comedor de Doña Rosita, en el Mdo. Plaza Mexicana que está en Tlalpan, por el Estadio Azteca.
Para memelas y sobre todo huaraches, el mercado de Jamaica de comidas es el lugar a visitar. Ahí “La güera” es la que hizo famosa a la Jardín Balbuena, que es su colonia, por la venta de esta garnacha. De mis favoritos para comer pescados y mariscos es “Los Paisas” en el Mdo. Jamaica de zona, de mi querido amigo y Chef Daniel Silva, que prepara algunos platillos de Sinaloa y Veracruz pero sobre todo, cocina sus propias recetas que son deliciosas.
Para los que aman la aventura en definitiva el mercado San Juan Pugibet les va a encantar. Este lugar se volvió famoso por la venta de insectos comestibles como el ahuahutle, los escamoles, los chapulines o la hormiga chicatana. Búsquenlos en la cocina San Juan local 342 que es de Pedro Hernández. Pugibet también es reconocido por las carnes exóticas como el jabalí, el león, la tortuga, el cocodrilo y otras delicias imposibles para mí. Aunque también es cierto que uno puede disfrutar de las conocidas baguettes que tienen cualquier queso, jamón o embutido que se te pueda antojar, no importa de qué parte del mundo venga, aquí lo vas a encontrar.
Pues como vemos, el panorama de comida para celebrar las fiestas patrias es muy rico y prometedor, así que en cualquiera de los mercados mexicanos pueden ir a pedir lo mejor de cada estado para pasarla genial sin trabajar demasiado y quedar muy bien con todos los invitados.
POR JULEN LADRÓN DE GUEVARA
CICLORAMA@HERALDODEMEXICO.COM.MX
@JULENLDG
MAAZ