TRES EN RAYA

Endeudamiento sin precedentes. El peligro acecha

El adjetivo lo atribuyo a un endeudamiento sin precedentes y al manejo de los dineros que tienden a despreciar la salud y la educación de los mexicanos

OPINIÓN

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Verónica Malo Guzmán / Tres en Raya / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Impresionantes los números presentados en el PEF 2024. Desgraciadamente el adjetivo con el que lo describo no es porque se trata de un ejercicio austero y bien planificado que lleve al desarrollo social con equidad y a un mejor país. Lo atribuyo más bien a un endeudamiento sin precedentes y al manejo de los dineros que tienden a despreciar la salud y la educación de los mexicanos.

En términos reales, el presupuesto federal para el sector Educación crecerá un raquítico 1%, mientras que el de Defensa aumentará en un 121% y el de Energía 273%. Solito el Tren Maya se llevará una buena parte del presupuesto asignado al INAH; eso además de los 122 mil millones de pesos asignados de forma directa al tren.

Por otro lado, las universidades públicas estatales no recibirán incremento presupuestal alguno. El de la UNAM crecerá únicamente un 0.9% y el de la UAM apenas un 4.3%. Para las becas de posgrado y el Sistema Nacional de Investigadores no hay incrementos. Y mientras el CONAHCYT se lleva 25 mil 722 millones de pesos, los centros de investigación del país —todos ellos— tendrán asignados solo 7.4 mil millones de pesos.

Vivimos una farsa franciscana, donde la educación sale vapuleada por diversos frentes, y es que tampoco hay aumento para el Fondo para la Gratuidad o para el Programa para el Desarrollo Docente.

Hay un evidente abandono a la educación; los presupuestos para ese importante sector son cada vez más restringidos. Y es que la educación logra el progreso personal y este puede ocasionar independencia, solvencia, prosperidad, aspiraciones y también el cuestionar… al Estado.

El populismo lleva a manejar presupuestos clientelares, especialmente en años electorales, jamás unos esquemas que forjen ciudadanos ni den un sentido de ciudadanía. De esta forma no se cuestionará a la administración pública. Especialmente importante cuando esta, lejos de gobernar, prefiere la puya constante y vivir saltando de campañas en campañas electorales. La brecha entre lo que se gasta y lo que se recauda continúa en aumento.

Valen la pena destacar otro rubro: lo que sería el motor del sexenio, Pemex, recibirá más de 145 mil millones de pesos en el 2024 para pagar… su deuda. Sí, eso. Ese barril sin fondo ya lleva engullidos un billón 320 mil millones de pesos de “aportaciones del gobierno federal” en lo que va del sexenio. Paralelamente, el programa de Prevención y Control de Enfermedades del sector Salud tiene asignados 40 millones menos que el año pasado en términos reales. El de vacunación, 10 millones menos también en términos reales (¿razón para conformarse con las Sputnik y las Abdalas?). Pero eso no es lo único: recordemos que en lo que va del sexenio, 30 millones de mexicanos se han quedado sin acceso a la salud pública (con estos recortes que se anuncian, el número de personas solo se incrementará).

Estas son algunas de las amargas cifras de lo que viene para el 2024. Sin olvidar que se autoriza —el propio secretario de Hacienda lo ha anunciado— un endeudamiento interno de 1 billón 990 mil millones de pesos y uno externo de 18 mil millones de ¡dólares! (algo así como 316 mil mdp).

A lo anterior falta sumar el pago por el servicio de la deuda que ya se tiene…

Total, que el peso de la deuda al final del sexenio habrá crecido de 10.5 a 16.7 billones de pesos; el mito genial de “no hay endeudamiento” desmentido por más de 6 billones de pesos.

El paquete económico es realmente preocupante. Estamos asegurando una crisis fiscal para el final del sexenio, un déficit cercano al 6% para el 2024 y el mayor endeudamiento de los últimos 30 años.

P. D.

Tamaulipas. Cada vez queda más de manifiesto que el principal reto del gobernador Américo Villarreal para lograr tomar el control de la entidad y acotar de una buena vez los tentáculos del ex gobernador Cabeza de Vaca parte de restarle su influencia en dos dependencias. La primera, la muy sonada fiscalía a cargo de Irving Barrios. Y es que la lectura generalizada en el estado es que ésta frena a diestra y siniestra las carpetas de investigación y complica las acciones y mejoras en materia de seguridad, además de que perpetúa la impunidad de la delincuencia. La segunda, la fuente de recursos que todavía mantiene abierta el ex gobernador con la Universidad Autónoma de Tamaulipas a cargo de su operador, el rector Guillermo Mendoza, a quien el mandatario acomodó un año antes de salir. No pocas voces señalan que este continúa dándole contratos a socios y afines del ex gobernador, así como financiando campañas contrarias a los intereses del gobierno actual como lo fue con Adán Augusto López y ahora con ciertos precandidatos panistas.

POR VERÓNICA MALO GUZMÁN

COLABORADORA

VERONICAMALOGUZMAN@GMAIL.COM

@MALOGUZMANVERO

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