CASCABEL AL GATO

Ebrard contra el tiempo

Más allá de esta especie de guerra fría, la decisión parece estar tomada. Ebrard condicionó su permanencia a que Morena aceptara anular y reponer el proceso de la encuesta

OPINIÓN

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Adrián Velázquez Ramírez / Cascabel al Gato / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

La postura política frente al desconocimiento de los resultados de la encuesta por parte de Ebrard la fijó Claudia Sheinbaum en sus primeras palabras como coordinadora de la 4T: puertas y vías de comunicación abiertas para Ebrard y su equipo. Posteriormente, el presidente López Obrador y Mario Delgado siguieron esta misma línea.

Además de estar asentada en la genuina convicción de que una ruptura lesionaría al movimiento, esta postura tiene un efecto estratégico: delega la decisión final al propio Ebrard, elevando el costo y clarificando las responsabilidades de hacerlo. De esta manera, la conferencia de prensa del pasado lunes en la que Ebrard había dicho que anunciaría su futuro, quedó envuelta en un ambiente anticlimático. “Ni me voy, ni me quedo”.

Más allá de esta especie de guerra fría, la decisión parece estar tomada. Ebrard condicionó su permanencia a que Morena aceptara anular y reponer el proceso de la encuesta. En su contra juega que con el pasar de los días fue quedando claro que aquellas incidencias en nada modificaron el resultando concordante de las cinco encuestas (incluyendo la que el propio Ebrard propuso).

En su conferencia de prensa del miércoles, Mario Delgado volvió a defender el proceso y afirmó que el documento entregado por el equipo de Ebrard y en el cual se reseñan estas inconsistencias sería justamente revisado y valorado. Este nuevo aplazamiento no disimula que el proceso electoral de Morena ya arrancó bajo la coordinación de Claudia Sheinbaum y que no habrá vuelta atrás.

Sin embargo, el condicionamiento de Ebrard a la revisión del documento presentado termina por delegar el manejo de los tiempos al partido y Mario Delgado podrá tomarse un tiempo para contener la fuga de los que apoyaron a Ebrard pero que dudan en dejar un movimiento exitoso en lo electoral y con buenos resultados de gobierno.

Los nombramientos de Adán Augusto y Ricardo Monreal dentro del esquema político de Sheinbaum colaboran en aislar a Ebrard. Las negociaciones a nivel territorial y a nivel legislativo ya se tradujeron en una merma en los dispuestos a seguir a Ebrard en su aventura personal. De los ochenta legisladores que a principios de agosto firmaron un documento respaldando los señalamientos de Ebrard, el lunes pasado sólo quedaban cerca de una veintena.

Las dudas sobre lo que sigue para Ebrard no son pocas. Aquel lunes anunció que a partir de la próxima semana recorrerá el país para formar un movimiento nacional. Sin embargo, su modesta campaña en el proceso interno evidenció una falta de estructura, ante lo cual decidió recargarse más en redes sociales y eventos pequeños que dieran la nota en prensa.

¿Acaso en cuestión de semanas cambió algo esta situación? Varios de los dirigentes territoriales que lo respaldaron ya mandaron señales de apoyar a Claudia Sheinbaum por lo que pareciera que esta estructura lejos de crecer estaría más acotada. En todo caso, pese a lo lento de la trama no hay plazo que no se venza y Ebrard tendrá que comunicar su decisión final en los próximos días.  

POR ADRIÁN VELÁZQUEZ RAMÍREZ

COLABORADOR

@ADRIANVR7

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