DESDE AFUERA

Los BRIC, en la disyuntiva

Varios países, incluso Colombia y Venezuela, tienen interés en unirse a una organización que gracias a China cuenta con enormes recursos financieros

OPINIÓN

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José Carreño Figueras / Desde Afuera / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Definido por algunos como una alternativa al dominio económico de Occidente, el grupo de los BRICS enfrenta ahora una crisis de crecimiento y misión.

Más de una veintena de países desearía integrarse a la asociación de cooperación económica y comercial, con impacto político, entre Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica.

El grupo se organizó a partir de la denominación con que Jim O'Neill, un analista financiero de la empresa Goldman Sachs, enumeró en 2001 a cuatro naciones que creía tendrían un crecimiento económico notable en los años por venir.

Tras un proceso que duró casi 10 años, se integró el BRIC y en 2010, la incorporación de Sudáfrica le dio el acrónimo definitivo.

22 años después de que el acrónimo se hiciera conocido, el grupo parece en condiciones de desafiar el tradicional dominio económico Occidental, pero también un tanto cuanto hesitante de hacia dónde van y cómo llegar ahí.

Por un lado, su acción más o menos coordinada en foros internacionales ha planteado a BRICS como un factor político de importancia, especialmente, a partir de la invasión rusa en Ucrania y la "neutralidad sesgada" o "pro-rusa" (según el Departamento de Estado estadounidense) asumida por ellos en torno al conflicto.

Al mismo tiempo, el explosivo crecimiento económico de China, y en menor medida, el de India, puso a los BRICS en condiciones de desafiar o desplazar incluso las estructuras económicas impuestas después de la Segunda Guerra Mundial, en especial el FMI, resentido por condicionamientos percibidos como intervencionistas. 

Una veintena de países, incluso Colombia y Venezuela, han expresado su interés en unirse a una organización que gracias a China cuenta con enormes recursos financieros para el desarrollo y condicionalidades menos astringentes.

Pero, de acuerdo con varios analistas, especialmente estadounidenses y europeos, empiezan a distinguirse diferencias entre los intereses nacionales de los países asociados, a partir de sus respectivas conveniencias de política exterior.

China, por ejemplo, promueve su iniciativa de la Nueva Ruta de la Seda y una activo acercamiento comercial para obtener acceso a convenios y recursos naturales.

Rusia tiene un interés especial, toda vez que las sanciones económicas de Europa Occidental y Estados Unidos obligaron al gobierno de Vladimir Putin a buscar mayores mercados en Beijing y Nueva Delhi, que se benefician de tratos especiales en torno al suministro de petróleo ruso.

China y Rusia favorecen la idea de ampliar los BRICS, una por conveniencia económica y proyección política, la otra por romper el asedio virtual de Occidente. India no parece entusiasmada con el automático aumento del peso político chino.

Mientras que Brasil parece atrapado entre su retórica y sus conveniencias.

Por un lado, tiene un acceso privilegiado a los recursos chinos y puede usarlo como herramienta para afianzar su liderazgo regional, pero por otro, no desea diluir esa ventaja. 

POR JOSÉ CARREÑO FIGUERAS

JOSE.CARRENO@ELHERALDODEMEXICO.COM

@CARRENOJOSE1

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