Agosto, llamado así en honor del primer emperador romano, es un mes en que hay que permanecer alertas. La historia nos muestra que, durante el verano, pero particularmente en el octavo mes del año, ocurren estallidos de nuevas crisis. Quizá nos toman desprevenidos porque, junto con el mes de julio, tradicionalmente agosto es un periodo que en muchos países se utiliza para vacacionar.
Es cierto, las crisis mundiales surgen en cualquier época del año, pero también es verdad que muchas ocurren en el verano, especialmente alrededor del mes de agosto. Ignoro si esas crisis son el resultado de las altas temperaturas de la estación, que calientan las mentes inestables de algunos líderes, o de la distracción de muchos otros dirigentes por andar de vacaciones, circunstancia que sus adversarios aprovechan para sorprenderlos.
Hay muchos ejemplos de crisis veraniegas. La primera guerra mundial se inició el 28 de julio de 1914. La segunda, el 1 de septiembre de 1939. Los ataques nucleares de Estados Unidos a las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki, que pusieron término a esa conflagración, tuvieron lugar el 6 y 9 de agosto de 1945. La crisis de los misiles en Cuba inició en agosto de 1962. La invasión de Irak a Kuwait, que desató la guerra en el golfo pérsico, empezó el 2 de agosto de 1990. El intento de golpe de estado contra el presidente Gorvachov, que marcó el inicio de la disolución de la Unión Soviética, se produjo el 18 agosto de 1991. La crisis financiera mundial de 2008-2009 en realidad empezó un año antes, en agosto de 2007.
Para que no nos tome desprevenidos, hay que preguntarse en qué lugar del mundo existen riesgos significativos de que algo grave ocurra en las próximas semanas. Según el Instituto Internacional de Estudios para la Paz de Estocolmo (SIPRI) en este momento hay más de 50 luchas violentas en el mundo, la mayoría dentro de las fronteras de un mismo estado, en que al menos uno de los contendientes es un grupo armado que controla una porción del territorio. Existe la posibilidad de que alguna de estas contiendas se extienda hacia otros países. El golpe de estado ocurrido en Níger hace unos días podría provocar una intervención armada de sus vecinos.
Por cierto, el SIPRI incluye a México en la lista de países donde hay una guerra, por la magnitud de la violencia incesante de las organizaciones criminales, a pesar de que algunos en nuestro país pretendan minimizarla. La gravedad de nuestra situación no pasa desapercibida entre los expertos y medios internacionales. https://sipri.org/sites/default/files/2022-10/yb22_summary_esp.pdf
¿Qué grandes conflictos podrían agravarse? En primer lugar, la guerra en Ucrania puede escalar si hay mayor involucramiento de Bielorrusia, por una parte, y de la OTAN, por otra. En segundo término, existe un riesgo real de que se produzca un roce militar en el mar del sur de China, o una crisis alrededor de Taiwán, que pueda llegar a enfrentar al gigante asiático con Estados Unidos. Japón ya hizo pública su preocupación de que pueda darse una invasión de China a Taiwán, que pueda llegar a arrastrarlo. https://www3.nhk.or.jp/nhkworld/es/news/backstories/2455/
También es muy preocupante, como ha señalado el gran historiador israelí, Yuval Noah Harari, el cambio de régimen que está ocurriendo en su país, que podría dejar de ser una democracia para convertirse en una dictadura fundamentalista, en que la población de ascendencia árabe puede perder todos sus derechos. Si llega a consumarse la arremetida de Netanyahu y sus aliados en contra de la Suprema Corte, la situación interna en Israel se deteriorará, con repercusiones impredecibles para la paz y la estabilidad en Medio Oriente https://elpais.com/ideas/2023-03-16/lo-que-esta-pasando-en-israel-no-es-una-reforma-judicial-es-un-golpe-antidemocratico.html
En muchos países de América Latina lo que priva es la polarización y la discordia. La situación política se deteriora en Bolivia, Colombia, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Perú y Venezuela. En muchos de estos países las instituciones democráticas han sido derrotadas. En otros, están a punto de caer. En México, en este mes terminarán de cocinarse las candidaturas presidenciales de Morena y el Frente Amplio de Oposición para las elecciones de 2024. Es un periodo de alto riesgo.
Por último, hay un grave deterioro de la situación económica postpandemia en un gran número de naciones pobres. Muchas de éstas también padecen conflictos violentos, pero tienen que dedicar la mayor parte de sus ingresos al pago de intereses de su deuda externa. No les queda un centavo para promover su desarrollo y ganar la paz. Una de cada tres podría caer en situación de insolvencia. Estas naciones no provocarán una crisis financiera global, pero se están gestando crisis humanitarias cada vez más graves, con enorme sufrimiento humano. https://news.un.org/es/story/2023/06/1521677
POR MIGUEL RUIZ CABAÑAS ES PROFESOR Y DIRECTOR DE LA INICIATIVA SOBRE LOS OBJETIVOS DE DESARROLLO SOSTENIBLE EN EL TEC DE MONTERREY
@MIGUELRCABANAS
MIGUEL.RUIZCABANAS@TEC.MX
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