OTROS ÁNGULOS

La salud, un artículo de lujo

Las familias desembolsaron sólo el año pasado, 73 mil millones de pesos en erogaciones para defender su salud, Y no contamos con los fallecidos no registrados

OPINIÓN

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Raúl Cremoux / Otros Ángulos / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Ante el desastre en que vive el Sector Salud público, ¿quiénes han sido los ganones? Todas las cifras, estadísticas y datos duros nos dicen que han sido los hospitales y clínicas privadas.

¿Sabe usted que el promedio de una consulta en hospitales como el ABC, la cadena de Ángeles, o Médica Sur (“el mejor hospital de México”) o cualquiera de las muchas clínicas de la capital de la República? La sola primera consulta es de mil 900 pesos y las subsecuentes son de mil 700. Una resonancia magnética va de 11 a 16 mil pesos, dependiendo del laboratorio al cual hay que añadir de mil 200 a 3 mil pesos por el líquido de contraste; un PET no baja de 12 mil pesos y en Médica Sur una tomografía puede costar 22 mil  y hasta 64 mil pesos. Ocupar una habitación puede costar 10 mil pesos por sólo unas horas y una estancia de tres días en terapia intensiva en cualquiera de los mencionados o en “el Inglés” puede promediarse en 230 mil pesos como mínimo.

Aún no hemos hablado de cuidados intensivos o estancias de una semana. Ahí los precios pueden costar, incluyendo médicos, anestesiólogos, asistentes, camilleros y estudios aleatorios, más de un millón de pesos. No hablemos de enfermos terminales porque habrá que vender el auto, la casa o ambas propiedades para solventar los gastos médicos. ¿Y si hablamos de las medicinas? Aquí los precios son estratosféricos.

Pongo un par de ejemplos: el Regivas para controlar arritmia cardiaca subió de mil 300 pesos a mil 700. Ese mismo producto, el Setalol, el frasco de 100 comprimidos cuesta en Europa cinco euros, es decir, solo 100 pesos. El Elicuis ( Apaxiban) costaba mil cien pesos, ahora cuesta mil 700.

Desde 2019, el número de personas atendidas por el sector público ha descendido considerablemente debido a que la cobertura de salud disminuyó en más de 4 millones debido a que equivocadamente los hospitales públicos se dedicaron todos  a tratar de atender la pandemia del COVID. Esto motivó enormes rezagos en citas, tratamientos, cirugías, parálisis de laboratorios cuyos resultados registrados llegan a más de 800 mil fallecidos. Un número de más de 300 mil desatendidos que no encontraron refugio salvo a costos inimaginables en los hospitales privados.

Véase el caso de cobrar más 2 mil pesos por aplicar las vacunas Pfizer que eran repartidas en algunas zonas de la capital en forma gratuita. ¿Cuánto ganaron los privados durante la pandemia manejada en forma tan desarticulada por el sector comandado por Gatell?

No cabe duda, la industria farmacéutica internacional tuvo un cuantioso beneficio de miles de millones de dólares y México ingresó al ranking en el cuarto lugar de los países con el mayor número de muertos y con una oleada enorme de enfermos gravemente tocados por la incapacidad y falta de logística de un gobierno ineficiente.

Con datos del Inegi, vemos que las familias desembolsaron sólo el año pasado, 73 mil millones de pesos en erogaciones para defender su salud. Y no contamos con los fallecidos no registrados en pueblos apartados y rancherías.

Una radiografía general del país mostraría una hipertrofia severa.

Raúl Cremoux

Escritor y periodista

@RaulCremoux

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