COLUMNA INVITADA

¿Cómo vamos en materia de Inclusión Financiera en México?

AMLO prometió, al asumir el cargo en 2018 y conforme a su Proyecto de Nación 2018 - 2024

OPINIÓN

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Álvaro Vértiz / Columna invitada / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Foto: Especial

AMLO prometió, al asumir el cargo en 2018 y conforme a su Proyecto de Nación 2018 - 2024 que la inclusión financiera sería una prioridad y la solución vendría entre varias estrategias, a través de ampliar el número de jugadores en el sector financiero, particularmente el bancario. Hoy, llegando al final del sexenio, es propicio pasar esta promesa al tablero. Mi diagnóstico es claro: La Secretaría de Hacienda a través del Subsecretario Gabriel Yorio, tendrá en los próximos meses una oportunidad única para cumplir esta promesa.

Al comienzo del sexenio, la naciente 4T se comprometió a ampliar el acceso al crédito y a los servicios bancarios para los millones de mexicanos que estaban excluidos del sistema financiero formal. El día de hoy las metas que el gobierno se planteó a través de la Política de Inclusión Financiera se encuentran lejos de cumplirse y el tiempo se agota.

Según datos de la Encuesta de Inclusión Financiera publicada en 2022 por la CNBV y el INEGI, entre 2015 y 2021 el acceso de los mexicanos a productos financieros se mantuvo estancado en un 67%. Muy por debajo de países como Brasil que tiene un 84% o Chile con 87% y debajo de la media en países de desarrollo que conforme a datos del Banco Mundial que es del 71%. Esto significa que millones de mexicanos aún no pueden acceder a servicios financieros básicos, como cuentas de ahorro, préstamos y seguros.

Existen varias razones para esto. Primero, el costo de los servicios financieros: la mayoría de los bancos cobran altas tarifas por servicios básicos, lo que dificulta que las personas de bajos ingresos abran y mantengan cuentas bancarias.

Otra razón para la falta de progreso está relacionada con la falta de educación financiera informando sobre los beneficios de tener una vida financiera activa. Muchos mexicanos desconocen la importancia de tener una cuenta bancaria y desconfían del sector financiero.

AMLO ha tomado algunas medidas para abordar estos problemas. Por ejemplo, lanzó un programa para proporcionar cuentas bancarias gratuitas a personas de bajos ingresos. Sin embargo, se necesita más para que los servicios financieros sean accesibles para la gran mayoría.

En los últimos años, el modelo financiero tradicional ha sido cuestionado y puesto aprueba por las famosas fintechs y los neo bancos, entidades que modernizaron al sector y que de manera directa han abordado el problema de la exclusión financiera. En particular los neobancos, han obligado a la competencia a buscar adaptarse ya que por vías digitales han probado eficiencias teniendo como efecto una penetración en el mercado inaudita ofreciendo una variedad de productos y servicios financieros, como cuentas de ahorro, préstamos y seguros, a una fracción del costo de los bancos tradicionales.

Estos neobancos y fintechs pueden ofrecer precios más bajos al operar con un costo fijo mucho menor que los bancos o entidades financieras tradicionales. No necesitan mantener sucursales físicas y pueden procesar transacciones de manera más eficiente utilizando tecnología. En particular los neobancos también facilitan la apertura y el mantenimiento de cuentas bancarias. No requieren una gran cantidad de papeleo y se pueden acceder desde cualquier lugar con conexión a internet.

Como resultado de estos factores, los neobancos y fintechs tienen la posibilidad de mejorar el panorama de inclusión financiera en México. En solo unos pocos años, han ayudado a millones de mexicanos que antes estaban excluidos del sistema financiero formal a abrir cuentas bancarias y acceder a servicios financieros básicos.

México puede seguir ejemplos importantes en ciertos mercados emergentes como es el caso de India en donde a través de la incorporación de los neobancos en sus economías lograron pasar en 2019 de una sociedad con solo el 17% de su población bancarizada hasta alcanzar hoy a 1,200 millones de individuos bancarizados según datos del Fondo Monetario Internacional o el caso de Kenia en donde hoy el 96% de tienen acceso a carteras digitales.

No obstante lo anterior, la realidad es que las actividades y crecimiento de ciertas entidades van a mayor velocidad que la propia regulación. Existen ejemplos en que ciertos neobancos y fintechs han sobrepasado el régimen que les aplica pareciéndose más otros modelos que son regulados de diferente manera. Ejemplos claros pueden ser los casos de Nu México, Mercado Libre y Spin cuyas estructuras continúan evolucionando y sofisticándose.

Profundizando sobre Nu México, en su corto tiempo en el mercado ya cuenta con 3.6 millones de clientes, más de 3 millones de tarjetas de crédito emitidas abarcando el 5% del mercado y un crecimiento anual de más del 129%.

Vuelvo al comienzo, uno de los grandes pendientes de la 4T es la inclusión financiera. Como ya sabemos, el plan gubernamental para alcanzarla no ha funcionado a la velocidad deseada. Por suerte, el sector privado generó soluciones pertinentes, pero ahora es debido transitarlas a un espacio regulatorio propicio. Le corresponde al Subsecretario Yorio descifrar este dilema. Pero el primer paso es simple, las fintechs, entre ellos algunos neobancos deben tener un camino claro de transición a esquemas más apegados a su esencia. Esto, además de promover la inclusión financiera que busca el gobierno, tendrá el beneficio agregado de apaciguar las aguas con los bancos establecidos que sienten que el campo regulatorio no es parejo e incrementará la competencia necesaria en el sector.

Alvaro Vertiz

Socio Dentons Global Advisors

MAAZ