LA CURUL CIUDADANA

Los narcos: La nueva burguesía

No solamente han conseguido infiltrarse entre clases sociales, sino que han conseguido la fuerza que les regala el gobierno a través de la impunidad

OPINIÓN

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Jorgina Gaxiola / La Curul Ciudadana / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: El Heraldo de México

Los narcos empiezan a ser la nueva burguesía en nuestro país. Con ello no me refiero a que sea la “nueva” clase trabajadora como lo fue en la Edad Media, y años después aquéllos quienes se convirtieron en los principales movilizadores de los diversos cambios económicos, sociales y políticos. La clase burguesa utilizó a los campesinos y obreros —en su momento— logrando convertirse en la clase dominante al poseer las armas, impulsar la guerra civil y finalmente terminar la revolución.

Me refiero a la fuerza y capacidad de la burguesía como oposición frente al abuso de los ricos mantenidos por el pueblo. Hoy somos un estado fallido azotado por los narcos, quienes hacen lo mismo mediante la imposición de las armas; el miedo frente a la amenaza; la irremediable extorsión, y el terror a la tortura y al asesinato. Si bien, los narcos en su origen no fueron personas beneficiadas con la posesión de bienes materiales y capitales, hoy sí los poseen. No solamente han conseguido infiltrarse entre clases sociales, sino algo más, han conseguido la fuerza que les regala el gobierno a través de la impunidad.

Ingenuo también sería decir que no cuentan con inteligencia y capacidad, aquélla que proviene únicamente de haber estudiado. No basta con ser un mafioso para crear empresas multinacionales. En un mundo tan sofisticado como hoy, resulta imposible pensar que una persona sin educación puede crear una industria internacional con tan sólo estudios básicos de primaria y sin hablar otro idioma, al menos inglés.

Tanto la aristocracia como la burguesía han sido clases sociales que, gracias a su origen (impuesto por la fuerza) y al esfuerzo del trabajo físico, respectivamente, han logrado crear y dar empleos, a fin de tener mayores ganancias para sí mismos. Finalmente, los burgueses querían ser los “nuevos aristócratas” y lo lograron acomodando la ley a sus intereses, así como repartiendo migajas a los más pobres.

Sabemos que la aristocracia fue un bonche de gente inútil y mantenida que poco sabía del significado del trabajo y del esfuerzo. En su momento, utilizaron la fuerza de los militares para mantener a la burguesía y a la clase baja, sometiéndola a sus caprichos. Hasta que llegó un “valiente” que se convirtió en lo mismo, un narco disfrazado de burgués.

De tal manera que, aliados con la “nueva” burguesía (los narcos) mantienen el control paralelo de las armas, sostiene el racismo y la discriminación como método de defensa, ganando apoyo popular. La nueva aristocracia se convirtió en parte, pero la burocracia se convirtió en juez y los narcos en proveedores del terror. Los narcos hoy ocupan diferentes posiciones en la escala empresarial de nuestro país, también son parte de la misma clase social a la que empezaron combatiendo por el síndrome de inferioridad que les impusieron, hoy tratando de gozar de las mismas excentricidades. Estimado lector: cualquier similitud con la realidad, no es coincidencia.

POR JORGINA GAXIOLA
JORGINAGAX@GMAIL.COM
@JORGINA_GAXIOLA

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