TU CAUSA ES MI CAUSA

La educación es un superpoder

Las niñas, niños y adolescentes representan un tesoro valioso y contribuir a su bienestar implica no quedarse inmóvil ante sus necesidades

OPINIÓN

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Dulce Galindo Villa / Tu causa es mi causa / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

“La educación no cambia al mundo, cambia a las personas que van a cambiar al mundo”, es la frase del pedagogo Paulo Freire y en el espacio de hoy me gustaría visualizar la importancia de ayudar a que cada vez más niñas, niños y adolescentes tengan acceso a la educación.

¿Qué significa educar? Es un proceso que busca el progreso de las personas. En cada etapa se brindan conocimientos, habilidades, valores que buscan capacitar a las y los alumnos para que puedan comprender su realidad y transformarla de manera consciente y eficiente.

Todas y todos nacemos con ciertas habilidades y conforme crecemos adquirimos diversos conocimientos al ver la televisión, escuchar a personas, a través de internet, etc. De manera similar a como la inteligencia artificial mejora con más información, la educación es un proceso de optimización que nos permite comprender mejor nuestro entorno y obtener resultados más satisfactorios. 

A nivel personal, el conocimiento nos brinda seguridad y eficiencia en la resolución de problemas, laborales y familiares. En retrospectiva, es común notar cómo situaciones que antes parecían abrumadoras se vuelven manejables gracias a nuestra evolución intelectual.

Ahora, veamos cómo la educación impacta en la riqueza y el bienestar, tanto a nivel individual como nacional. En 1999, se llevó a cabo un estudio con gemelos que compartían carga genética y ambiente familiar, pero con distintos niveles de educación. Los resultados revelaron que cada año adicional de educación se traduce en una mayor productividad, por ende, en un aumento salarial, entre el 6% y el 10%.

De acuerdo con Paul Michel Romer, exvicepresidente del Banco Mundial, las sociedades con un elevado número de trabajadores altamente calificados crecen más.

¿Cómo afecta esta situación en México? Siendo una economía en desarrollo, nos diferenciamos de las naciones más avanzadas, las cuales aprovechan a los empleados con educación universitaria para impulsar la innovación tecnológica, generando mayor productividad en el capital y la mano de obra. En nuestro caso, la economía se favorece de la población con educación básica, ya que pueden imitar y adoptar las tecnologías de los países más ricos, mejorando la productividad de los recursos tanto físicos como humanos (Romer 1990).

Según la Reforma del Sistema Educativo de la UNAM (2009), las sociedades que más han progresado en lo económico y social han cimentado su éxito en el conocimiento adquirido mediante educación formal.

Para alcanzar el crecimiento económico que mejore la calidad de vida, es crucial garantizar acceso a la educación básica a todas las Niñas, Niños y Adolescentes (NNA). Sin embargo, este camino es desafiante, especialmente en contextos como la Ciudad de México, donde un millón de niñas, niños y adolescentes enfrentan pobreza o extrema pobreza, y el país ocupa el segundo lugar en violencia contra esta población.

Las NNA representan un tesoro valioso y contribuir a su bienestar implica no quedarse inmóvil ante sus necesidades. Organizaciones como Yolia AC lideran la lucha por su beneficio. Su campaña "La educación, mi gran poder" busca recaudar 100 mil pesos para asegurar gastos escolares y brindar techo, comida, educación y actividades extracurriculares a 30 niñas, niños y adolescentes en situación de calle. Conoce más sobre Yolia AC en: https://www.yolia.org.mx/

POR DULCE GALINDO VILLA

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