COLUMNA INVITADA

El relevo en la UNAM, oportunidad para un perfil humanista

Los ciclos virtuosos encuentran su término para abrir horizontes y encarar desafíos complementarios

OPINIÓN

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Francisco Javier Acuña Llamas / Columna Invitada / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Foto: Especial

Hace más tres décadas, la rectoría de la máxima casa de estudios, la UNAM, ha estado en manos de reconocidos científicos; especialmente, de grandes exponentes de la medicina.

Los ciclos virtuosos encuentran su término para abrir horizontes y encarar desafíos complementarios. Lo anterior, sin que la sedimentación del ser, el haber y el quehacer de la UNAM se ponga en riesgo con el estilo que cada gremio al frente de la rectoría imprime al honor de llevar la estafeta temporalmente. La máxima casa de estudios es una institución sólida, su patrimonio es tangible e intangible, estable y permanente por la adhesión sincera y esforzada de su enorme comunidad, casi trescientas mil personas profesan: “Por mi raza hablara el espíritu”.

 La UNAM une a los mexicanos de distintas épocas y de distintas sensibilidades y, en ella, toda la cantera humana encuentra vías de identidad. Arquitectura de prestigio mundial y artes visuales proyectaron desde 1952 en la icónica “CEU” un legado promisorio e incesante. La UNAM es fuente de energía que estalla en solidaridad intelectual, emocional, cultural. La máxima casa de estudios es alma de la mexicanidad.

El último rector procedente de la abogacía fue el jurista Jorge Carpizo, un personaje polémico pero un académico en activo hasta su inesperada muerte hace una década.

Cuando el doctor Carpizo fue rector, sus aportes a la transición democrática fueron acompañados por importantes sectores de la comunidad académica de la UNAM; especialmente, la Facultad de Derecho, fue soporte de la rectoría durante aquellas vicisitudes interuniversitarias de 1987 y 1988. Entre aquella generación de investigadores y jóvenes profesores que cursaban su posgrado en Derecho destacaba Raúl Contreras Bustamante, quien, desde hace más de siete años, encabeza la insigne Facultad de Derecho, con un claustro de grandes juristas y reconocidos cultivadores del Derecho y las ciencias auxiliares.   

Cinco razones que perfilan al doctor Raúl Contreras para rector por méritos comprobados al frente de la Facultad:

1.- Se incrementó en más de un 40% la matrícula estudiantil de la totalidad de las divisiones de la FD con un presupuesto que no ha tenido mayores incrementos en gasto programable.

2.- Se incrementó el número de integrantes del Sistema Nacional de Investigadores en casi 200%.

 3.- Fueron creadas 3 especializaciones caracterizadas por ser trans y multidisciplinarias, siendo estas en Derecho Energético, Derecho Sanitario y Mediación y Medios Alternativos de Solución de Conflictos.

 4.- Se incrementó el número de mujeres académicas para superar más del 37% del personal docente.

5.- Se consolidó la posición de la Facultad de Derecho en los Rankings mundiales en los que las diferentes consultoras internacionales de Educación Superior ubicaron a la enseñanza jurídica (Law and Legal Studies) de la UNAM en los primeros lugares a nivel mundial y en el primer lugar de Hispanoamérica, al inicio de la gestión 2016-2024 nos encontrábamos en el lugar 40 y para el 2023 nos encontramos en el lugar número 26 a nivel mundial.

Ni durante la pandemia por covid19, la Facultad de Derecho interrumpió su impresionante agenda académica. El liderazgo de Raúl ha unido en su causa laboriosa y notable a un formidable claustro de profesores, a una alumnado en expansión y a personalidades de la vida nacional que aportan manifestaciones culturales de orden nacional.

El humanismo no se predica, se practica.

POR FRANCISCO JAVIER ACUÑA LLAMAS
ANALISTA Y CATEDRÁTICO DE LA UNAM 
@F_JAVIER_ACUNA

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