COMANDO Y CONTROL

El futuro de las fuerzas de seguridad y defensa

Al mismo tiempo que Ucrania se convierte en una hemorragia arterial para Rusia, la competencia entre Estados Unidos y China se agudiza

OPINIÓN

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Íñigo Guevara Moyano / Comando y Control / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

La invasión de Rusia a Ucrania cambió el curso de la historia, reorganizando o redefiniendo el mapa geopolítico mundial.  

Según el Pentágono, a 18 meses de haber iniciado el conflicto, se cuantifica medio millón de bajas (300 mil muertos y heridos rusos y 200 mil ucranianos), haciendo de esta, la guerra más cruenta en Europa desde la Segunda Guerra Mundial.  

Hasta ese momento, el mundo parecía haber superado la era de las guerras convencionales. Varias potencias habían comenzado un proceso de transformación de sus Fuerzas Armadas (FFAA), alejándolas de sus funciones tradicionales para convertirlas en subsidiarias de la seguridad interior. Así, ejércitos europeos empezaron a deshacerse de sus inventarios de tanques, artillería, aviones de combate y submarinos. No preveían necesitarlas y era cada vez más complicado para las burocracias militares defender su costo ante sus congresos, ministerios de finanzas y, eventualmente, ante su electorado, pues no había amenazas latentes.

La Rusia de Vladimir Putin cambió todo eso y ahora lleva a que el mundo redefina las funciones de sus FFAA, regresando a las necesidades convencionales. Según cifras de la compañía de inteligencia Jane's, se prevé que los presupuestos militares en Europa para 2024, incrementarán en 20% en comparación con 2020. En Europa del Este el alza va a ser de 44%. Estos son números dramáticos.

A la par que Ucrania se convierte en una hemorragia arterial para Rusia, la competencia entre Washington y Beijing se agudiza.  Tras décadas de crecimiento económico dinámico, la de China parece estancarse. La recuperación financiera, tras el COVID no parece tomar forma y se prevé una crisis inmobiliaria severa en el gigante asiático. Todo esto aumenta la posibilidad de una guerra en Asia. 

Cuando a la retórica de Beijing se le suma actividad militar alrededor de Taiwán, comienza a delinearse como la potencial futura hemorragia para China. Esto pone nerviosos a sus vecinos desarrollados como Japón, Sudcorea, Australia, Filipinas, India e Indonesia. El alza en los presupuestos militares de la región en el mismo periodo 2020-2024 se prevé alcanzará 15%.    

En comparación, en el mismo periodo, los presupuestos militares en Latinoamérica caerán 11%. El "inconveniente" para las fuerzas militares en América Latina es que no enfrentan una amenaza convencional directa, por lo que continúa siendo complicado justificar sus necesidades presupuestales.  A este ritmo, no habrá suficiente para combustible o prestaciones, mucho menos para equipo moderno. 

Hoy la percepción es que la amenaza principal para la región proviene de entes subestatales como el crimen organizado, así como de fenómenos como la migración o los efectos del cambio climático. Para combatir con esto se requiere desarrollar organizaciones híbridas, que combinen la capacidad logística, de inteligencia y poder de fuego militar con un nivel de atención que sólo pueden proveer organizaciones civiles, policiales, educación, salud y desarrollo social.  

El futuro de las fuerzas de seguridad y defensa en Latam se prevén muy diferentes a sus pares europeos y asiáticos, pero merecen presupuestos dignos que les permitan cumplir sus funciones. 

POR IÑIGO GUEVARA MOYANO

DIRECTOR DE LA COMPAÑÍA DE INTELIGENCIA JANES Y ACADÉMICO VISITANTE DEL ATLANTIC COUNCIL, EN WASHINGTON, D.C.

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