DESDE AFUERA

De política, elecciones y "hacer algo"

La epidemia de fentanilo, que causa decenas de miles de muertes anuales en Estados Unidos, está en el centro del problema y pone al gobierno mexicano en una situación complicada

OPINIÓN

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José Carreño Figueras / Desde Afuera / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Más allá de los ignorantes que hoy parecen ser la mayoría de los aspirantes a la candidatura presidencial republicana en Estados Unidos, sería preocupante que la idea de usar militares estadounidenses para enfrentar el narcotráfico desde México se convirtiera en una causa popular.

La propuesta forma parte de los argumentos republicanos con miras a la elección presidencial de 2024 y, en cierta forma, arranca de la propuesta construcción de un muro en la frontera contra la entrada de migrantes indocumentados, aunque el racismo y la xenofobia nunca han estado muy lejos de la forma de pensar de un sector estadounidense.

La epidemia de fentanilo, que causa decenas de miles de muertes anuales en Estados Unidos, está en el centro del problema y pone al gobierno mexicano en una situación complicada.

Políticamente, el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, tiene problemas para aceptar la idea de que el fentanilo sea fabricado en México a partir de químicos que llegan desde China. La consideración de intervención estadounidense, así sea en forma de ayuda, es incómoda para muchos mexicanos.

Con todo, uno de los principios universales de política doméstica es culpar a los extraños de los problemas y los inmigrantes, los extranjeros, siempre han sido un blanco fácil. Ningún país, y Estados Unidos en particular, es ajeno a esas visiones.

Así, no es accidente que los estadounidenses se refieran a las etapas pre-electoral y electoral como la "temporada de las tonterías" (the silly season), cuando los aspirantes dicen cualquier cosa y proponen medidas, de lo racional a lo absurdo, para medir reacciones.

Pero esta vez las cosas no son tan simples. 

En su primer debate, las expresiones de los aspirantes a la candidatura presidencial republicana fueron casi todas francamente hostiles y los más "suaves" fueron el exvicepresidente Mike Pence y el exgobernador Asa Hutchinson, que se pronunciaron por aplicar presiones económicas y políticas para lograr la cooperación mexicana.

Los demás, a comenzar por Ron DeSantis, gobernador de Florida que se ha visto en una serie de confrontaciones por sus políticas derechistas, promueven la idea de usar soldados de fuerzas especiales para enfrentar a operativos de cárteles y destruir laboratorios de fentanilo.

En ese marco, el exembajador John Negroponte advirtió que una operación militar estadounidense sería negativa.

"Creo que cualquier acción unilateral estadounidense respecto a México, especialmente por fuerzas uniformadas estadounidenses, sean policía o militares, serían completamente contraproducentes para la relación Estados Unidos-México", declaró al periódico en línea The Hill.

Pero la idea de operar contra extranjeros que dañan a los conciudadanos y votantes no es mala, como pueden atestiguar Vladimir Putin y Rusia con su intervención en Ucrania.

Pero parecería como si hicieran "algo". Y ese es el problema.

POR JOSÉ CARREÑO FIGUERAS

JOSE.CARRENO@ELHERALDODEMEXICO.COM

@CARRENOJOSE1

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