Originaria de Valencia, España, María Conesa Redó, llegó a la ciudad de México a la edad de 17 años, se dice que había nacido el 12 de diciembre 1892, lo cierto es que debutó el 1 de noviembre de 1907 en el Teatro Principal de la Ciudad de México, con la zarzuela La Gatita Blanca, de esa manera se le conoció, hasta el último de sus días en septiembre de 1978.
Acerca de sus presentaciones en el Teatro Principal -ubicado en Colegio de Niñas, hoy Bolívar- el investigador Pablo Dueñas, en su libro Las Divas, bajo el sello de la Asociación Mexicana de Estudios Fonográficos, 1994, nos ofrece un retrato de Conesa y sus zarzuelas, La Gatita Blanca, La Corte de Faraón y Las Bribonas, donde desarrollaba “en todas ellas un ardoroso mensaje de sensual ilimitada”.
En el libro María Conesa, Océano, 1987, de la autoría de Enrique Alonso, prologado por el escritor Carlos Monsiváis, señala, “María Conesa, leyenda de las relaciones entre lucha armada y vida social, entre dotes artísticas y poder político, la diva suprema en el momento en que los caudillos y sus segundos hacían de los teatros su campo de batalla erótica, invadían los camerinos, enviaban montañas de rosas”.
Pablo Dueñas añade en su libro antes mencionado, “Francisco Villa (de quien se asegura no era devoto a pisar teatro, pero si a visitar a María); por su parte Paco Ignacio Taibo II en su libro Pancho Villa, niega que El Centauro del Norte se ligara a La Gatita Blanca “trató, pero no pudo”.
Por su parte el escritor Jorge Aguilar Mora, cita en su libro Un día en la vida del general Obregón, ERA, 2008, quien tiene acceso a 45 cartas de Obregón a Rafael Manzo, su representante legal, en una misiva le escribe, “Si ves a Mary-Conet dile que la recuerdo como uno de los lenitivos que el mundo ha tenido para mis penas y que siempre le conservaré gratitud por sus … (Buenos comportamientos).
Aguilar Mora reflexiona, “si se llegara a probar que “Mary-Conet” era en realidad María Conesa. Nada demuestra que así fue. Pero no es imposible que así fuera”.
Pero, Enrique Alonso, señala que Obregón era asiduo al teatro para ver cantar a la Conesa, además en la biografía de Gatita Blanca “Alonso cuenta muchas anécdotas sobre los arrebatos amorosos y eróticos causados por María Conesa en todos los ejércitos que ocuparon la ciudad en esa época, ya fuera el carrancista, el zapatista o el villista”.
En su texto, Cónica de Huitzilac, José Emilio Pacheco, escribe, “En la colonia Roma el general José Álvarez, jefe del Estado Mayor Presidencial, recibe a los periodistas en bata y del brazo de María Conesa. Son las dos de la madrugada. El amor y el orgullo de poseer a la vedette más famosa y durable del teatro mexicano pone eufórico a José Álvarez”
“El general bromea con los reporteros: -Con cuidado muchachos, no salpiquen: porque este papelito chorrea sangre”, era el comunicado del asesinato del General Francisco Serrano y 12 de sus acompañantes en Huitzilac, Morelos.
POR RUBÉN MARTÍNEZ CISNEROS
COLABORADOR
MAAZ