ALMANAQUE

El Pilar Indispensable - Liderazgo desde la Formación

En el vasto universo del deporte, donde la gloria y el fracaso se entrelazan en cada competencia, existe un componente clave que a menudo determina el rumbo del deportista y del equipo

OPINIÓN

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En el vasto universo del deporte, donde la gloria y el fracaso se entrelazan en cada competencia, existe un componente clave que a menudo determina el rumbo del deportista y del equipo

El liderazgo es el eje sobre el cual giran los éxitos y las adversidades de cualquier conjunto deportivo amateur y profesional. Pero, ¿cuál es la verdadera importancia de cultivar este atributo desde las etapas formativas de los atletas? Aquí radica la clave de un futuro triunfante replicable. 

El liderazgo, más que un simple título o una responsabilidad, es una cualidad que se traduce en la capacidad de inspirar, guiar y empoderar a otros

En el contexto de equipos deportivos, esta habilidad toma un papel protagónico al forjar conexiones sólidas entre sus miembros y al mantener la dirección en busca de objetivos comunes focalizados en el éxito. No obstante, el común denominador es relegar esta noción a los responsables niveles superiores, cuando su ejercicio debería establecerse por igual, desde los primeros días de formación de los propios deportistas, sin importar su disciplina. 

La etapa de formación es el punto de inflexión donde se moldean las futuras estrellas. Este escenario es el terreno fértil donde el liderazgo germina. Los entrenadores, mentores y compañeros pueden actuar como modelos a seguir, demostrando cómo liderar desde el respeto, la empatía y la dedicación. 

Si usted es seguidor del béisbol nacional o en este caso particular, la Serie Mundial de Pequeñas Ligas, posiblemente se haya encontrado con algún video de Francisco Fimbres, quien ha sido reconocido por su labor dentro y fuera del campo. 

Fimbres, manager del equipo de la Liga Municipal de Tijuana, que representó a México en este torneo, fue captado en más de una ocasión dando palabras de aliento a su novena, pero lo que realmente hizo que su actuar se viralizara, fue la humildad, el sentido humano y la calidez de sus palabras hacía su equipo, “diviértete”, “no pasa nada”, “sonríe”, “lo estás haciendo excelente”, “¡Lo vas a ganar tú!”. 

El sueño de conquistar nuevamente el título de la Serie Mundial de Pequeñas Ligas terminó con la eliminación de la novena mexicana ante su similar de Curazao por un marcador de 4-2. Aunque el equipo mexicano no consiguió el título en esta edición, la experiencia y, sobre todo, la mentalidad del manager Fimbres, serán recordadas como uno de los mejores ejemplos de motivación, de la importancia de saber disfrutar el momento y de hacer las cosas partiendo de un pensamiento positivo. 

Los beneficios de cultivar el liderazgo desde la formación son múltiples. En primer lugar, se establece una cultura de respeto y solidaridad, donde cada miembro se siente valorado y parte esencial del engranaje. Además, los jóvenes deportistas aprenden a lidiar con la presión y la adversidad, desarrollando la resiliencia necesaria para sobrellevar los desafíos que el deporte inevitablemente presenta. 

El caso contrario también es palpable: la falta de liderazgo en etapas formativas puede resultar en individualismo, nula comunicación y divisiones dentro del equipo. Un talento excepcional puede perderse en el caos cuando no se le brinda la guía y el ejemplo adecuados. La historia deportiva está plagada de ejemplos de equipos prometedores que no lograron alcanzar su potencial debido a dinámicas internas destructivas

En conclusión, el liderazgo en equipos deportivos, concebido como una habilidad fundamental desde las etapas más tempranas de formación, puede marcar la diferencia entre el éxito y el estancamiento. Los jóvenes deportistas no solo necesitan adquirir destrezas técnicas, sino también desarrollar la mentalidad y los valores que impulsarán su crecimiento como atletas y seres humanos. Así como una semilla bien plantada da lugar a un árbol robusto, el liderazgo arraigado en la base del desarrollo deportivo brindará frutos duraderos para el futuro de nuestro deporte. 

La inversión en liderazgo desde la formación de los deportistas es una inversión en el éxito continuo de nuestros equipos actuales y, en última instancia, en la perpetuación de los valores que el deporte representa. No se puede enfatizar lo suficiente la importancia de este principio fundamental. Los líderes no nacen, se forjan; y es nuestro deber allanar el camino para las generaciones venideras y favorecer el éxito que trascienda el campo de juego.  

Por Diego Sánchez. SAGO 

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