HIEL Y MIEL

Juego de dados

La vida siempre es capaz de sorprendernos y deberíamos estar preparados para que cualquier situación suceda, por improbable que parezca

OPINIÓN

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Tere Vale / Hiel y Miel / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Me he preguntado muchas veces si existen las coincidencias y en algunos momentos casi he creído en el destino. Hay situaciones que parece que se nos dieron por pura casualidad, que hay algo que misteriosamente nos ayuda; en otras circunstancias he llegado a pensar que el mismísimo universo conspira contra mí.

A muchos de ustedes seguramente les ha pasado lo mismo. Cuando conocí la teoría de la sincronicidad de Carl G. Jung, destacado psicoanalista suizo (1875-1961), las cosas se me aclararon un poco o se me complicaron más, lo que ustedes prefieran.

Jung nos dice que nada de lo que sucede es casual e independiente, sino que en este plano existencial todo está interconectado. La ciencia ha venido a demostrarnos que no estaba tan equivocado.

Todos hemos escuchado cómo los meteorólogos explican que el pronóstico del tiempo es excepcionalmente difícil, ya que el vuelo de una mariposa en un lugar remoto puede afectar el clima global. La hoja del árbol, decía mi abuelita intuitivamente, no se mueve sin la voluntad de Dios. Muchas veces pareciera ser así.

Estas sesudas reflexiones se me vienen a la cabeza después de ver todo lo que les ha sucedido a varios aspirantes del Frente Amplio por México.

Comencemos por decir que Santiago Creel tiene desde inicios de este siglo la aspiración de ser candidato a la Presidencia. Es un hombre serio, inteligente y dedicado, pero no ha podido lograrlo.

Si revisamos su historia política veremos cómo en cada oportunidad que se le ha presentado aparece uno u otro obstáculo para impedir que logre su sueño. Fox lo prefería, parecía que ya estaba todo listo para él, pero se apareció Calderón.

Así ha sido hasta el día de hoy, donde por diversas razones debió tomar la decisión de declinar a favor de Xóchitl Gálvez.

En el caso de esta última, al parecer luchaba por conseguir la candidatura a jefa de Gobierno de la CDMX, pero entre la cerrazón de AMLO y digamos el destino, se encuentra de pronto con una candidatura presidencial que causa un gran revuelo.

Todos los factores que definen el camino que toma una situación —dice Jung— están “sincronizados”; por lo tanto, así se fueron dando las cosas y Xóchitl finalmente llegó y ahí está. ¿Se le alinearon los astros?

En el caso de Beatriz Paredes, otra mujer inteligente y muy experimentada, las circunstancias se fueron mágicamente acomodando para que, de pronto, se diera una competencia cerrada e inesperada de huipil contra huipil. Jamás podría haber imaginado esto.

La vida siempre es capaz de sorprendernos y deberíamos estar preparados para que cualquier situación suceda, por improbable que parezca. Cosas de la sincronicidad jungiana diría yo.

Dadas las circunstancias excepcionales en las que se encuentra nuestro país y los graves problemas que nos aquejan, a menudo pienso que estoy más de acuerdo con mi abuela y en discrepancia total con Jung y hasta con Einstein, ya que se me hace que Dios en estas tardes tristes y lluviosas se la pasa jugando a los dados. Ojalá y ya pronto deje de hacerlo, más nos vale.

POR TERE VALE

COLABORADORA

@TEREVALEMX

MAAZ