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Marcelo y su viejo amor: el PRD

Ante el posible rompimiento de Marcelo con Morena, no suena descabellado que regrese a casa como candidato presidencial en 2024

OPINIÓN

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Laura Puente / ¿Qué quieres comunicar? / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Foto: Especial

El PRD se fundó en mayo de 1989 gracias a la disidencia priista que veía a un partido envuelto en corrupción y malos gobiernos.

Destacaban liderazgos como Cuauhtémoc Cárdenas, Porfirio Muñoz Ledo, Amalia García, Ifigenia Martínez, Heberto Castillo, Gilberto Rincón, entre otros.

Detrás del primer batallón de personajes políticos aparecían los entonces jóvenes de ese partido. Hablamos de Andrés Manuel López Obrador y un discreto pero a la postre efectivo operador del movimiento, Marcelo Ebrard Casaubón.

Ligado a Manuel Camacho Solís, con quien fundó el Partido de Centro Democrático e incluso fue candidato a Jefe de Gobierno del entonces DF en el 2000, y al mismo Carlos Salinas de Gortari, Ebrard comenzó a destacar por su inteligencia y capacidad dentro del partido del Sol Azteca.

En 2006 fue el delfín de AMLO a Jefe de Gobierno en la CDMX. Ganó la elección con más de un millón de votos por encima de su contrincante más fuerte, Demetrio Sodi del PAN, y dejando atrás a Beatriz Paredes del PRI.

Destacándose como un gobernante que fortaleció la seguridad y mejoró la calidad de vida de los capitalinos, Marcelo Ebrard se convirtió en presidenciable para las elecciones del 2012.

Bajo un proceso definido junto a los dirigentes del PRD, tanto AMLO como Ebrard aceptaron someterse a un proceso interno en el que Obrador ganó.

AMLO perdió la elección contra Enrique Peña Nieto y a Marcelo se le iba la oportunidad para medir su entonces gran popularidad entre la población y los sectores empresariales con el Golden Boy del PRI.

Años más tarde nació Morena por la falta de compatibilidad de cómo manejaban el PRD, tanto Jesús Ortega como Jesús Zambrano. AMLO y sus fieles seguidores se incorporaron al nuevo partido y Ebrard fue parte de ese nuevo bloque.

Pero todo tiene un fin y Marcelo lo sabe. El PRD no está nada contento con lo que sucedió en el Frente Amplio. Se sintieron excluidos y todavía más debilitados como un partido que está a punto de la extinción.

De ahí que ante el posible rompimiento de Marcelo con Morena, no suena descabellado que uno de los hijos pródigos del PRD regrese a casa como candidato presidencial en 2024.

Marcelo le garantizaría al PRD posiciones clave en el Congreso y una nueva era bajo otros liderazgos frescos. Rescataría al Sol Azteca de la agonía electoral y de paso, le abriría paso al carnal Marcelo de atraer a una izquierda que no se identifica con Claudia Sheinbaum.

La decisión la tomará el excanciller en los próximos días, y obviamente si le convence la propuesta la anunciaría después de que lo descarten en Morena. Ebrard sabe que es la última opción que tiene para consolidar ese trayecto político, que visualizó bajo el liderazgo de su amigo Manuel Camacho Solís.

Y es que por más que los dirigentes del PAN y del PRI buscan sensibilizar al PRD de que sigan como protagonistas del Frente, la realidad es que varios de los tomadores de decisión se sienten desplazados y sin fuerza para negociar posiciones clave si la Señora X llegará a la Presidencia.

Por lo mismo, no suena descabellado que regresen a su nueva aventura amorosa Marcelo y el PRD, pues hoy más que nunca, ambos se necesitan.

POR LAURA PUENTE

LAU.PUENTEE@GMAIL.COM

@LAURAPUENTEEN

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