ARTE Y CONTEXTO

La efervescencia volcánica del Dr. Atl Parte II

Si un día vas a un museo y ves una pieza de arte contemporáneo que no entiendes, no es que no tengas la capacidad de comprender el arte, es que seguramente no estamos hablando de arte

OPINIÓN

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Julen Ladrón de Guevara / Arte y Contexto / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

La semana pasada escribí que el Dr. Atl me parece uno de los artistas más importantes de México debido a su genio creador y a que él era más que un pintor; también fue escritor, filósofo y un serio aficionado a la vulcanología. Su obra es potente, hermosa, innovadora para su época y está realizada por un artista en forma que dominaba más de una técnica. Él sabía dónde posicionar cada elemento en el espacio que intervenía, cosa que parece obvia pero no lo es porque son muchos los que se denominan artistas que no saben de composición y a falta de estudios en su materia, se dedican a la abstracción o a la instalación. Hay artistas que también lo hacen pero no me refiero a ellos.

Estas reflexiones me vinieron a la cabeza a propósito de la exposición “Eje Neovolcánico. Aproximaciones artísticas al paisaje ígneo” que está en el Museo de Arte Moderno de la CDMX. Según la pp del INBAL la muestra es un “Acercamiento al legado de representaciones y propuestas artísticas que tienen como motivo el volcán, su potencial simbólico, así como artístico, desde fines del siglo XIX hasta la actualidad.”, entre otras cosas.

Casi todo me parece bien, salvo por la gimnasia lingüística que se tiene que hacer para justificar la inclusión de piezas de artistas más jóvenes que Siqueiros, Orozco, Olga Costa entre otros contemporáneos. Lo plantean como un acompañamiento y una reflexión sobre el tema, cuando en realidad no hay diálogo entre ellas. Digamos que el tema son los volcanes y que los artistas vivos pusieron piezas con ese tema, pero no hay reflexión, sólo inclusión de piezas nuevas y no hay problema en dado caso, lo que no me gusta es el intento de meter con calzador conceptos que no vienen a cuento y que no existen.

De por sí es difícil acercar el arte a la gente que no es del medio como para que además, se tengan que dar tantas vueltas con palabras raras que más que aproximar a los nuevos públicos, los asustan o les provocan flojera. Siendo el MAM una institución pública sería muy lindo de su parte que intentaran ser más sencillos. No es que no se entienda, es que no encaja. Por ejemplo, hay unas piezas en especial que me causaron molestia justo porque está en el MAM y no en una galería privada, sobre todo porque hay obras mucho mejores con ese tema que no incluyeron, tal vez, porque no están hechas por los amigos de los curadores.

Una de esas piezas se llama “Cosmofítigas (Flora mural)” y la otra “Jardineras 2, 3, 4 y 6” o algo así. La verdad es simplona y fea, tanto así que Circe Irasema, su autora, le puso a la serie “Vegetación de utilería para una utopía post apocalíptica”, que es uno de esos nombres que se ponen cuando la obra carece de peso. La primera son flores artificiales pegadas en la pared y la otra son flores artificiales que “brotan” de piedras volcánicas. De verdad que no intento ser grosera con la autora, sólo estoy describiendo la obra y mi sentir al respecto.

Quiero suponer que a los curadores de verdad les gustó, que las compraron y que la pusieron en el MAM para que subiera de precio y así, sustentar su colección privada, pero no está padre que lo hagan con el dinero público y creo que los curadores del museo pudieron impedirlo. Estoy segura de que no fue de mala fe y que les gusta mucho, pero existe obra increíble con piedritas volcánicas que bien pudieron exhibir en vez de “Vegetación de…” etc, etc.

Por ejemplo, recuerdo con especial agrado la exposición “Orgánico artificial” de Maribel Portela en el Chopo en 2022. Agradable y reconocible desde el nombre hasta la curaduría, que me pareció ejemplar. Ahí se exhibió la instalación “Jardín mineral” que consistía en una serie de piezas únicas de bronce a la cera perdida con piedras volcánicas. Lo que es del arte va a los museos, lo que es del Mercado de la Merced o de Fantasías Miguel a las cafeterías kitsch para adolescentes en la Condesa o para las despedidas de soltera. Y es que el dinero de los contribuyentes duele cada vez más y gastarlo en eso está feo. Considero que una de las funciones de estos recintos es legitimar a los artistas y a veces, confunden a la población con estas cosas. Así es que si un día vas a un museo y ves una pieza de arte contemporáneo que no entiendes, no es que no tengas la capacidad de comprender el arte, es que seguramente no estamos hablando de arte.

POR JULEN LADRÓN DE GUEVARA
CICLORAMA@HERALDODEMEXICO.COM.MX
@JULENLDG

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