Poco le queda a la Secretaría de Educación Pública (SEP) por hacer ante las deficiencias con las que mandó imprimir casi 100 millones de Libros de Texto Gratuitos (LTG) para el ciclo escolar 2023-2024.
Hagamos un recuento de lo que ha pasado de los últimos años a la fecha: Básicamente desde que inició la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador (2018) la SEP se dispuso a rediseñar los libros de texto de educación básica, argumentando que estaban basados en pensamientos neoriberales, así como carentes de un nuevo planteamiento curricular.
Con ese pretexto creó la Nueva Escuela Mexicana, un modelo educativo propio de la 4T que busca transformar y modernizar el sistema educativo del país, dicha propuesta está fundamentada en un conjunto de principios y lineamientos que tienen como objetivo promover una educación integral, incluyente y de calidad.
Supuestamente, los principios de la Nueva Escuela Mexicana de la SEP son: Identidad con México, responsabilidad ciudadana y social, honestidad, participación en la transformación de la sociedad, respeto de la dignidad humana, interculturalidad, cultura de la paz, y respeto por la naturaleza y cuidado del medio ambiente. Bajo estos principios se rediseñaron los libros de texto de 2021 a la fecha.
Sin embargo, el resultado de esa nueva transformación (aprovechando la palabra que tanto le gusta a nuestro gobierno) ha sido desastroso.
Y es que todo fue mal desde el principio, cuando Max Arriaga, director de Materiales Educativos de la Secretaría de Educación Pública (SEP), convocó a artistas visuales para rediseñar el libro de texto gratuito de primaria, para el ciclo escolar 2021-2022; la convocatoria fue fuertemente criticada debido a que no ofreció alguna remuneración económica por el trabajo, más que un ejemplar del libro y un reconocimiento.
Una vez que se cerró esa primera etapa, vino una segunda crítica: muchas de las ilustraciones no contaban con el nivel profesional para imprimirse en los textos de los estudiantes del país, según a ojo de expertos. Aun así, se imprimieron.
En ese mismo ciclo escolar la Secretaría de Educación amenazó con rediseñar por completo todos los libros de texto, desde preescolar hasta secundaria -recordemos que sólo se había considerado uno de primaria-, amenaza que cumplió para este periodo 2023-2024 que está a 7 días de comenzar.
Y ahora, lo que ya todos sabemos, hay un pleito nacional por si se entregan o no los nuevos libros a nuestros queridos estudiantes.
Varios estados de la República Mexicana se han negado a repartir estos famosos textos y es que los errores que tienen son garrafales, desde fechas históricas mal puestas, hasta faltas ortográficas, todo está mal, en la forma y en el fondo.
En Chihuahua, la gobernadora Maru Campos, propuso que se trabaje para este ciclo escolar con los libros de periodos anteriores, pues de ninguna manera pondrá en las escuelas públicas de su estado los de la 4T.
Preocupa, claro que preocupa, no sólo el desfase educativo que tienen los estudiantes como resultado de la pandemia por covid-19, sino que, además, se han invertido millones de pesos en la reimpresión de libros que no sirven.
Otra más para sumarle a la tan destruida SEP, que pese a todas las pruebas de sus errores quiere obligar a que sus libros recorran las aulas de nuestra educación básica.
POR KARINA ÁLVAREZ
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