COLUMNA INVITADA

México y la Trata de Personas. El despojo de la humanidad

Estos tipos de esclavitud significan delitos ante los cuales, la sociedad mexicana se mantiene ajeno a esta realidad, toda vez que se ha vuelto parte del paisaje al que hemos decidido voltear hacia otro lado o ser parte de los consumidores de los servicios se obtienen por la fuerza

OPINIÓN

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José Narro Céspedes / Columna Invitada / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Traficar con personas es el acto más despreciable que puede haber. Significa despojar a un ser humano y dejarlo en carácter de una cosa susceptible de ser explotada, comercializada, rentada, utilizada y posteriormente, desechada.

Hablar de trata de personas es hablar de personas despojadas de todo lo que significa ser humano, de todo derecho a la dignidad, a la vida a la libertad y a la felicidad.

Los traficantes lucran con la explotación sexual, los trabajos o servicios forzados, el matrimonio servil, la servidumbre doméstica, la mendicidad ajena, el tráfico de órganos y el arrendamiento de las funciones naturales, como la capacidad de gestar. Así el alquiler de los vientres, el cual, ve en la mujer, una oportunidad de lucrar con sus cuerpos y con el derecho de las madres y las infancias al convertirles en productos y mercancías.

Los desplazamientos y las desigualdades socioeconómicas afectan a millones de personas en todo el mundo, que quedan expuestas a la explotación de los traficantes. Las personas que no gozan de un estatus legal, que viven en la pobreza, que tienen un acceso limitado a la educación, a la atención sanitaria o a un trabajo digno, que sufren discriminación, violencia o abusos, o que proceden de comunidades marginadas, son a menudo los principales objetivos de los traficantes.

El crecimiento del tráfico de personas en México es resultado de la diversificación del crimen organizado el cual va más allá del tráfico de sustancias ilegales no es un fenómeno nuevo. Hoy en día, esta diversificación se extendió al resto de los grupos criminales.

La Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) identifica ocho actividades principales del crimen organizado: tráfico de drogas, trata de personas, tráfico ilícito de migrantes, tráfico ilícito de armas de fuego, tráfico ilícito de recursos naturales, comercio ilegal de flora y fauna, venta de medicamentos adulterados y delincuencia cibernética. 

Desgraciadamente, estos tipos de esclavitud significan delitos ante los cuales, la sociedad mexicana se mantiene ajeno a esta realidad, toda vez que se ha vuelto parte del paisaje al que hemos decidido voltear hacia otro lado o ser parte de los consumidores de los servicios se obtienen por la fuerza, lo que provoca que México sea, según datos de la ONU, el tercer lugar a escala global en ese delito, solo después de Tailandia y Camboya.

De acuerdo con cifras de la Red por los Derechos de la Infancia en México (REDIM), el promedio mensual de niñas, niños y adolescentes víctimas de trata de personas en México ha aumentado de 15.6 entre enero de 2015 y diciembre de 2018 a 26.9 entre enero de 2019 y enero de 2023. De enero de 2019 a enero de 2023, el número de personas de 0 a 17 años que han sido víctimas de trata de personas en el país se ha elevado a 1,317 casos (980 mujeres y 337 hombres).

El Día Mundial contra la Trata fue proclamado el 30 de julio de 2013 por la Asamblea General de las Naciones Unidas en la resolución A/RES/68/192, por tratarse de un grave delito y una grave violación de los derechos humanos

Es necesario dar visibilidad a esta lastimosa realidad, pues México no puede alcanzar los objetivos de ser un mejor lugar para todas y todos si no hacemos todo lo necesario para acabar con estos delitos que vulneran la dignidad, la libertad y la capacidad de vivir de las personas.

Tenemos que luchar contra la trata de personas, en todas sus formas, lo cual incluye castigar a los traficantes y hacer consientes a quienes pagan por obtener los servicios obtenidos por la fuerza y por la denigración. Es un hecho, la oferta existe, porque existe demanda. Traficante y consumidor son culpables.

La trata de personas y la esclavitud que representa nos lastima como sociedad y como país. No podemos seguir ignorándola. Tenemos que luchar contra esta realidad y no podemos seguir volteando hacia otro lado.

 

POR JOSÉ NARRO CÉSPEDES

COLABORADOR

@NARROJOSE

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