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México descuartizado

Son dos de los casos que parecen ya no sorprender a los mexicanos

OPINIÓN

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Carlos Zúñiga / Acceso Libre / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: FOTO: Especial

Son dos de los casos que parecen ya no sorprender a los mexicanos. El hallazgo de partes humanas congeladas en Poza Rica, Veracruz y un video muy cruel grabado en Jalisco, donde se ve a cinco jóvenes de Lagos de Moreno, siendo asesinados. Dos pruebas de que la estrategia en materia de seguridad de este gobierno tristemente fracasó. Aquí no hubo cuarta transformación. 

Los “abrazos, no balazos” resultaron una falacia. Mientras haya mexicanos que se sientan con la superioridad de tomar la vida de otro mexicano, bajo cualquier circunstancia, de la forma cruel en la que quedó registrado en video, no se puede hablar de cualquier tipo de transformación. 

Hasta el día de hoy, la estrategia del gobierno de Andrés Manuel López Obrador ha costado 163 mil 384 víctimas de homicidio doloso, el sexenio más sangriento de la historia moderna, superando con creces al del villano favorito, Felipe Calderón. 

Más datos: durante este sexenio ha desaparecido una persona cada hora. Desde el inicio de la actual administración, se tiene el registro de 42 mil 029 personas no localizadas en todo el país, a un ritmo de 25 personas por día.  

México es el país donde se desaparece y se mata a los jóvenes. De acuerdo con el Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas, en total hay 110 mil 891 personas desaparecidas y no localizadas. De estos, el 43.1 por ciento son jóvenes entre los 10 y 29 años de edad. 

Para muestra, el video deshumanizante que el crimen organizado grabó y difundió con el triste destino cinco muchachos de Lagos de Moreno. ¿Cuál fue la intención? Enviar un mensaje muy claro: ellos, el crimen, gobiernan y hacen ley; pueden andar a sus anchas por todo el país y pasar por encima de las fuerzas de seguridad; pueden desaparecer personas, extorsionar, secuestrar, asesinar y al final del día, no obtendrán su castigo. La impunidad es su recompensa. 

Y qué decir los estados donde se dan estas atrocidades: Jalisco y Veracruz se llevan de calle a cualquier entidad respecto a inseguridad y masacres; sus gobernadores, Enrique Alfaro y Cuitláhuac García, no han podido contener la ola del terror, ya sea por incapacidad o desinterés. En Jalisco, de enero de 2019 a julio de este año, se han registrado 115 masacres, además del fenómeno de los desaparecidos. En Veracruz, de acuerdo con la Sedena, 70 por ciento de su territorio está controlado por el crimen organizado.  

Ni hablar de lo que pasa en Michoacán, Sinaloa, Sonora, Tamaulipas, Chihuahua, Nuevo León, Chiapas, Guerrero, Guanajuato… tanto territorio perdido. 

En estos tiempos, una generación nacida en la época en la que comenzó la fallida guerra contra el narcotráfico está llegando a la mayoría de edad. Son jóvenes que toda su vida han escuchado hablar de la violencia, si no es que la han padecido o incluso protagonizado. 

Una pena que no se haya roto ese ciclo y que ahora, vean en sus teléfonos celulares cómo descuartizan a sus contemporáneos. Un sexenio más perdido. 

POR CARLOS ZÚÑIGA PÉREZ 

COLABORADOR

@carloszup 

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