UN MONTÓN DE PLATA

México: morir en la mar

Las peripecias en las lanchas mexicanas que transportan viajeros parecen parte del folclor de turistear en el país

OPINIÓN

·
Carlos Mota / Un Montón de Plata / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

La única vez que visité la isla Espíritu Santo, en el Golfo de California, lo hice en una panga prestadora de servicios turísticos tradicional mexicana: una embarcación extremadamente simple con un par de tripulantes que casi no brindaban información turística. 

A los 25 minutos de haber zarpado, a unos dos kms. costa afuera, el motor murió. Durante media hora el capitán intentó arreglarlo. 

Ante la dificultad, pidió ayuda a los turistas. Uno de ellos, español, traía una navaja suiza, con lo que se logró resolver el desperfecto y retomamos el viaje. 

Las peripecias en las lanchas mexicanas que transportan viajeros parecen parte del folclor de turistear en el país. La semana pasada se viralizó un video que mostró el hundimiento de una canoa con 20 turistas en San Luis Potosí. 

La gente reía al ver la escena en el celular. Pero no es cosa de risa. El 8 de agosto otra lancha con turistas en Los Cabos también se hundió y, si bien nadie resultó lesionado, el susto fue mayúsculo. 

Y así cada año: en Mazunte, Oaxaca, el año pasado se hundió una lancha con 12 turistas. Los meseros de los restaurantes tuvieron que salir a rescatar a algunos de ellos. Y en 2021 tres personas murieron en la zona de Isla Mujeres por una lancha turística con 15 personas que se hundió. Se dijo en aquel momento que hubo una falla mecánica. 

Las lanchas turísticas de México acarician constantemente la muerte. La autoridad parece hacer muy poco. Cuando en mi generación éramos niños ni siquiera se utilizaban chalecos salvavidas y, si bien, ahora sí se ha generalizado su uso, falta una eternidad para que la industria de servicios turísticos en agua destaque por tener estándares de operatividad de primer mundo. 

¿Cuál es la causa de esta problemática? Es múltiple: laxitud en la supervisión; regulación
obsoleta; procesos inexistentes; informalidad del prestador de servicios; falta de capacitación; y un largo etcétera. 

En cualquier país del mundo desarrollado un tour en agua implica desde un uniforme básico para la tripulación, hasta certificaciones a los tripulantes, expedidas por una autoridad competente, y revistas estrictas a las embarcaciones. 

Urge que la Secretaría de Marina, de José Rafael Ojeda, y la Sectur, de Miguel Torruco, establezcan mesas de trabajo para elevar los estándares operativos del sector. 

El país no podrá dar el salto al desarrollo mientras el riesgo de morir en un paseo de lancha sea tan constante, más ahora que el turismo está creciendo y los prestadores de
servicios no se dan abasto. Ojalá no tengamos que esperar una tragedia colosal o hasta el siguiente sexenio. 

ALFONSO DURAZO 

El gobernador de Sonora confirmó que la Alianza del Mar de Cortés avanza. Sinaloa, Nayarit, Baja California y Baja California Sur se han sumado. La idea es potenciar la recepción de grandes cruceros.

POR CARLOS MOTA
WHATSAPP: 56-1164-9060
TIKTOK: @SOYCARLOSMOTA

PAL