Tanto se ha hablado de los pésimos arbitrajes que ha habido en la Leagues Cup, que las quejas y señalamientos escalaron a un nivel en el que se comenzó a repartir culpas y responsabilidades, sin realmente saber y poner en contexto todo lo que hay alrededor de las designaciones de los silbantes, sus errores y la forma en que el trabajo de estos hombres ha ensombrecido, de alguna manera, este torneo.
Es cierto que la Concacaf es la encargada de las designaciones, y de darle seguimiento al trabajo de los árbitros, pero hay que poner los nombres que realmente están relacionados con estas labores, y no solamente apuntar a viejos conocidos por el simple hecho de tener un pasado entre sí.
Vamos por partes. Lo primero que hay que decir es que quien está encargado de las designaciones arbitrales, es el estadounidense Mark Geiger, quien desde febrero de este año es el gerente general de la Organización de Árbitros Profesionales, organismo que gestiona a los colegiados para la Major League Soccer.
Geiger arbitró en la MLS durante 15 años, y participó en un par de Mundiales, pero a quien se recuerda mucho más, por aquel partido en el que en la semifinal de la Copa Oro 2015, entre México y Panamá, en Atlanta, tuvo una muy mala actuación, marcando un penalti contra los panameños que no era, y generando un escándalo en la Concacaf.
Bueno, pues ese personaje que tuvo que ser escoltado ese día para salir del Georgia Dome, es el encargado de las designaciones de los árbitros en la Leagues Cup. Hay que decir que Nicola Rizzoli es el presidente de la comisión de arbitraje, y que Concacaf controla viáticos, pagos, vuelos, etc.
Es decir, hasta en esto la Liga MX dobló las manos, ya que el gran enviado de los mexicanos, Víctor Guevara, se unió a la dinámica del “yes, sr.”, con la que el presidente de la liga mexicana ha navegado a lo largo de este torneo, para quedar bien con los estadounidenses.
En un inicio se propuso que Guevara también tuviera que ver con la cuestión de designaciones arbitrales, así como de la operación del juego, pero ya vimos que le movieron todo y que no tuvo peso para decisiones importantes; al final, siempre quedará la impresión de que vendieron la localía, y esto les ha salido muy caro con el ridículo que han hecho, también, en el plano deportivo.
Y finalmente, para no desviarnos del tema arbitral, tanto se han quejado del mal arbitraje, y hay que decir que de los 75 partidos que van hasta ahora (incluidas las semifinales), 21 han sido mexicanos y 18 estadounidenses; es decir, la mitad, sin contar que la mayoría de los árbitros VAR fueron de la Liga MX, donde verdaderamente estuvieron los problemas y las quejas por parte de los clubes.
Entonces, ¿quiénes son los verdaderos culpables de la pobreza arbitral? Porque tirar nombres o nacionalidades sin poner todo en contexto hace ver como el villano a cualquiera, pero si avanza el análisis y la información, nos damos cuenta de que entre mexicanos y estadounidenses hubo mayoría de silbantes en este torneo, en el que hasta en eso, la Liga MX sucumbió ante el “yes, sr.”, que han recitado una y otra vez ante la MLS y compañía.
POR GERARDO VELÁZQUEZ DE LEÓN
COLABORADOR
@GVLO2008
MAAZ