Literalmente “allí se apuesta la vida”, como decía José Alfredo Jiménez en su “Camino de Guanajuato”. La entidad es un gran caso de análisis: por un lado, tiene un corredor industrial pujante, ejemplo del nearshoring, y por otro, un infierno de crimen y violencia que rige las calles mientras el gobernador, Diego Sinhue Rodríguez, hace frente al temporal con políticas públicas de desarrollo económico, innovación y tecnología.
La entidad es la cuarta más peligrosa del país, con 68 homicidios por cada 100 mil habitantes. Los grupos criminales se disputan el trasiego de drogas y otros ilícitos lucrativos como el huachicoleo. Asesinar a una mujer en plena calle, a plena luz del día, como sucedió con Milagros Monserrat, es absolutamente posible. Ahí se comete la mayor cantidad de feminicidios en el país, aunque no se clasifican de esa manera.
Aun así, Guanajuato es el sexto estado con mayor contribución al PIB nacional: 4.2 por ciento. Tiene 46 parques industriales con seis mil 800 hectáreas en 17 municipios. Es la entidad no fronteriza más exportadora, incluso por encima de Tamaulipas, que sí está en el límite internacional.
¿En qué punto ambos universos tuvieron que convivir? Hace 15 años que Carlos Zamarripa es responsable de la procuración de justicia, periodo en que la puerta a la impunidad y la violencia del crimen organizado ha estado abierta, particularmente en Celaya y el corredor industrial de León. Investigado por ello desde el ámbito federal, Zamarripa es señalado por sus detractores como un panista conservador y ultraderechista.
Aun con todo eso, el PAN encabeza las encuestas hacia la elección de gobernador, con Libia Dennise García Muñoz Ledo, actual secretaria de Desarrollo Social, también favorita al interior de su partido. Ella afirma que aceptará el método que determine su partido para designar la candidatura.
Otra posibilidad es Alejandra Gutiérrez, actual alcaldesa de León, quien sostiene que el PAN debe “regresar a sus orígenes”. Propone “escuchar a todos los ciudadanos y realizar posteriormente un proceso interno”.
En Morena, la carta más fuerte es Ricardo Sheffield, actual procurador Federal del Consumidor, quien ha sido alcalde de León, diputado federal y compitió por la gubernatura en 2018, cuando quedó en segundo lugar con 24.3 por ciento de los votos, frente a 49.8 por ciento que obtuvo Diego Sinhue Rodríguez.
Otra aspirante morenista es la senadora Antares Vázquez, quien busca imponer más aranceles al calzado importado de Asia para proteger a la industria zapatera de León. La también senadora, Malú Mícher, ha “levantado la mano”, pero las encuestas no le acreditan un nivel de aceptación suficiente.
El PRI tiene como su carta fuerte a la diputada local Yulma Rocha, quien tuvo paradójicamente un encontronazo con la dirigencia en 2022, cuando decidió votar en contra de la permanencia del Ejército en las calles, reforma que su partido sí apoyó. El coordinador de los diputados priistas locales, Alejandro Arias, también es un aspirante.
Movimiento Ciudadano tiene como candidatos posibles a la diputada local Dessire Ángel Rocha, y a su dirigente estatal, Rodrigo González Zaragoza, quien ha afirmado que MC no irá en alianza para esta elección, ni con el PAN.
MÁS LLAGAS
Mario Delgado enfrenta un reto de credibilidad y unidad con la encuesta que designará al candidato presidencial de Morena. Su habilidad política quedó acreditada en 2021 al ganar 21 de las 24 gubernaturas disputadas.
Contradicción del discurso del Ejecutivo federal, acaba de proponer 72 nombramientos de magistrados regionales del tribunal de justicia administrativa, y, por otro lado, en la mañanera dice que a jueces, magistrados y ministros que los elija el pueblo.
Por Adriana Delgado Ruiz
Colaboradora
@AdriDelgadoRuiz
MAAZ