POLÍTICA Y DIPLOMACIA SOSTENIBLE

Sostenibilidad climática: citas clave en 2023

Es imperativo lograr una reducción del 43 por ciento de las emisiones de gases efecto invernadero (GEI) hacia 2030, para evitar una elevación de la temperatura global superior a 1.5 grados centígrados, que podría provocar una calamidad climática

OPINIÓN

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Miguel Ruiz Cabañas / Política y Diplomacia Sostenible / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Esta columna lo ha reiterado en muchas ocasiones. El mundo se aproxima a una catástrofe climática si no se toman las decisiones necesarias para evitarla. La evidencia científica está ahí para quien quiera verla. El Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC por sus siglas en inglés), lo ha reiterado sin ambigüedades: es imperativo lograr una reducción del 43 por ciento de las emisiones de gases efecto invernadero (GEI) hacia 2030, para evitar una elevación de la temperatura global superior a 1.5 grados centígrados, que podría provocar una calamidad climática. 

Las últimas mediciones del IPCC muestran que la temperatura global ya se elevó en alrededor de 1.1 grados. Es la causa principal de lo que vemos todos los días: sequías prolongadas, inundaciones devastadoras, intensos golpes de calor en ciudades densamente pobladas, y temperaturas récord en todo el planeta. En México ya estamos experimentando cada una de estas calamidades. https://www.ipcc.ch/site/assets/uploads/2023/03/IPCC_AR6_SYR_PressRelease_es.pdf 

Los gobiernos lo saben, aunque la mayoría decidan ignorarlo, y pretendan trasladar a otros la responsabilidad. Costará cada vez más no actuar ahora. Se elevará el costo ambiental, económico y social. Además de sequías más calamitosas, escasez de agua en ciudades densamente pobladas, inundaciones más destructivas, y elevación del nivel del mar, se reducirá la productividad y se
elevará el costo de los programas de salud. Habrá caídas severas en la producción de alimentos. Habrá mayor desigualdad al interior de los países, y una brecha creciente entre los países desarrollados, las naciones de ingresos medios, como México, y las naciones más pobres. Crecerán las poblaciones desplazadas, y las migraciones masivas de personas desesperadas que buscan refugio, asilo o cualquier alternativa a la de quedarse en su lugar de origen. Se acentuará el cierre de fronteras que ya se observa en todas las regiones del mundo, sobre todo la “aporofobia”, es decir, el rechazo, aversión, temor y desprecio hacia las personas pobres. 

Estamos en la década para las acciones. Cuentan mucho cada día, cada semana y cada mes de los próximos siete años, hacia 2030. Tienen que ser los años en que los países que liberan el 85 por ciento de las emisiones de GEI, los miembros del G20, asuman su responsabilidad y empujen al mundo hacia un derrotero más sostenible. 

En los próximos cuatro meses los gobiernos de las naciones con las veinte economías más grandes del mundo, Alemania, Arabia Saudita, Argentina, Australia, Brasil, Canadá, China, Corea del Sur, Estados Unidos, Francia, India, Indonesia, Italia, Japón, México, Reino Unido, Rusia, Sudáfrica, Turquía y la Unión Europea, tendrán varias oportunidades para tomar decisiones. Para liderar al mundo y alejarnos del abismo climático. 

El 9 y 10 de septiembre tendrá lugar en Nueva Delhi, India, la Cumbre anual de Jefes de estado y de gobierno del Grupo de los 20. Es fundamental que este Grupo de países manden al mundo una señal de que están dispuestos a tomar las decisiones que se requieren para reducir sustancialmente sus emisiones de GEI, y apoyar con recursos financieros a las naciones pobres para que puedan enfrentar las consecuencias de ese cambio, del cual éstas últimas no tuvieron ninguna responsabilidad. 

Unos días después, el 19 y 20 de septiembre, tendrá lugar en la ONU, en Nueva York, la Cumbre sobre los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), para analizar la forma de relanzar estos objetivos en la era post-pandemia. Los informes de las Naciones Unidas pintan un panorama muy preocupante: de continuar las tendencias actuales, más del ochenta por ciento de las metas de los ODS no se alcanzarán en 2030. El principal obstáculo ha sido la falta de financiamiento accesible para los países en desarrollo. El Secretario General de la ONU propone que se movilicen al menos 500 mil millones de dólares, al año, para que los países en desarrollo, hoy super endeudados, puedan invertir en los ODS y enfrentar el cambio climático. https://unstats.un.org/sdgs/report/2023/ 

Las reuniones conjuntas del Banco Mundial-Fondo Monetario Internacional en Marrakesh, Marruecos, del 9 al 15 de octubre, serán el momento clave para que los gobiernos de los países desarrollados empiecen a movilizar recursos financieros. Se rumora que en esta reunión se anunciará una emisión especial de derechos de giro para facilitar créditos accesibles a los países en desarrollo. 

Veremos si hay decisiones y éstas son de la magnitud que se requiere. La última reunión global clave en este proceso será la COP28 sobre cambio climático, en diciembre, en Dubai, en los Emiratos Árabes Unidos. En esa Conferencia se deben reflejar los compromisos concretos de reducción de emisiones de GEI de las naciones del G20, y de movilización de recursos financieros para los países en desarrollo. Si no hay las dos decisiones, 2023 será otro año de promesas incumplidas. 

Aunque muchos no hayan tomado conciencia de ello, estamos en la cuenta regresiva de la sostenibilidad: tic-tac, tic-tac.

 

POR MIGUEL RUIZ CABAÑAS ES PROFESOR Y DIRECTOR DE LA INICIATIVA SOBRE LOS OBJETIVOS DE DESARROLLO SOSTENIBLE EN EL TEC DE MONTERREY
@MIGUELRCABANAS
MIGUEL.RUIZCABANAS@TEC.MX 

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