COLUMNA INVITADA

Problemas en el Frente

Algunos integrantes perredistas ya han amagado con no participar en el frente y presentar candidato propio

OPINIÓN

·
Héctor Serrano / Colaborador / Opinión El Heraldo de México Créditos: Especial

La pasada fue una mala semana para la coalición opositora Va por México, hubo descalificaciones a su proceso interno, que hicieron sentir una vez más la fragilidad de la alianza que busca arrebatar a Morena la Presidencia. La más importante vino de los precandidatos del PRD, Miguel Ángel Mancera y Silvano Aureoles, quienes denunciaron la decisión del comité organizador de excluirlos de la segunda etapa del proceso.

Mancera y Aureoles argumentaron que fueron indebidamente excluidos del proceso por no habérseles brindado la explicación técnica ni política que amerita dicha decisión, lo que obligó a la dirigencia perredista a manifestar su molestia y “decretar una pausa” en su relación con el comité organizador. Más allá de cualquier valoración, la única realidad es que los perredistas fueron ninguneados.

Todo el mundo sabía desde un principio que no existía ninguna posibilidad de que la candidatura del Frente recayera en un perredista, es obvio; son el partido con la menor intención de voto dentro de la alianza. Aún así, la decisión de excluirlos sin el procesamiento político adecuado sólo puede obedecer a dos factores; existe un claro menosprecio a lo que el PRD puede aportar o la decisión fue tomada con el consentimiento de su dirigencia, sin que los precandidatos estuvieran enterados.

En cualquiera de los casos, que por la falta de oficio político se ponga en duda la legalidad del proceso, no es una buena señal para el futuro. La valoración para determinar el trato que se les da a los precandidatos del PRD no debe de ser sólo por el número de votos que pueden aportar, sino también por las señales que se mandan a los demás. Si así les fue a los miembros más destacados de uno de los partidos aliancistas, ¿qué pueden esperar las demás personas que quieran sumarse al Frente?

Algunos integrantes perredistas ya han amagado con no participar en el frente y presentar candidato propio en la elección presidencial, lo que parece muy riesgoso, pues se juegan el registro y quedarían en medio de 2 opciones polarizadas. En caso de que la dirigencia perredista vea esto como una oportunidad para vender más cara su participación en el Frente, en el mejor de los casos podrán traducirlo en posiciones legislativas, pero perderán apoyo ciudadano.

A todos nos conviene la existencia de un proyecto sólido que pueda ser una opción electoral para quienes no se sienten representados por el oficialismo, lo cual será posible si logran sortear con éxito su proceso interno. La gran duda es si el Comité Organizador y las dirigencias partidistas tendrán el oficio político necesario para hacer lo correcto, o si por el contrario, cada uno solo seguirá pensando en sus propios intereses. Pronto lo sabremos

Ninguno de los integrantes del Frente gana algo con el disenso en su interior, es una suma de pérdidas que el procesamiento de la selección de su candidato en este momento se encuentre bajo cuestionamientos. El Comité Organizador está obligado a sanear lo sucedido, les queda poco tiempo para recomponer, en aras de lograr la unidad para ser competitivos, de lo contrario, la fisura puede convertirse en boquete.

POR HÉCTOR SERRANO AZAMAR

COLABORADOR

@HSERRANOAZAMAR

PAL