DES... PROPÓSITOS

EU y México: Inflación persistente

En su última reunión del 26 de julio el Banco de la Reserva Federal (Fed) de los Estados Unidos

OPINIÓN

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Agustín García Villa / Des... Propósitos / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

En su última reunión del 26 de julio el Banco de la Reserva Federal (Fed) de los Estados Unidos decidió incrementar su tasa de interés básica en un cuarto de punto llegando a un nivel de 5.5, situación que no se vivía desde hace 22 años. Lo anterior ha desconcertado a algunos analistas especializados que esperaban no hubiera ningún movimiento de tasas dada la satisfactoria evolución de la economía de ese país en los últimos meses en los que la producción de bienes y servicios ha crecido moderadamente, 2.4%, y el mercado laboral opera bajo lo que los economistas denominan “tasa natural de desempleo”, es decir, un nivel de desempleo de alrededor de 6% de la población económicamente activa.

El principal motivo del aumento en las tasas de interés ha obedecido según lo manifestado por el presidente del Banco Central, J. Powell, a que el ritmo inflacionario de la economía no ha decrecido lo suficiente manteniéndose el índice general en un 3%, aún lejos del objetivo inflacionario de la Fed que es de un 2%. Lo preocupante en este caso es que hay algunos componentes del índice inflacionario, sobre todo en el sector servicios- vivienda, educación, venta de alimentos procesados, telefonía móvil, etc.-, que registran niveles superiores a la inflación promedio, alcanzando hasta un 4.8%, y que se requiere combatir a efecto de sanear la economía lo más posible.

Para el presidente de la Fed las medidas de política monetaria instrumentadas a partir de 2022 aunque han tenido efectos positivos, ya que por una parte han logrado impulsar el crecimiento económico y, por la otra, han mantenido un mercado laboral creciente, no han logrado controlar del todo la inflación, aspecto que si se descuida podría causar graves trastornos hacia el futuro. Se estima que con este nuevo incremento de tasas se pueda contener moderadamente el gasto en consumo e inversión y de esta forma sea controlado el crecimiento de los precios.

Con todas estas medidas sintonizadoras -fine tuning-, se busca lograr reducir la inflación a los niveles “objetivo” por lo que se debe ser sumamente cautos, pues si se jala demasiado la rienda, es decir, se incrementan las tasas mas de lo debido, se puede generar un paro económico que afecte la producción, el empleo, los flujos comerciales externos, etc., y si, por el contrario, se aflojan más de la cuenta se puede provocar un nuevo crecimiento de los precios, lo que, por supuesto, sería distorsionante para la economía. Se busca, por tanto, lograr un aterrizaje suave- soft landing-, que ni detenga, ni desboque la economía.

Para México las medidas tomadas por la Fed tienen implicaciones directas dada la integración económica existente entre los dos países. Es muy probable que el incremento en tasas en EU obligue al Banco Central mexicano a reevaluar su política de tasas de interés a fin de mantener los equilibrios en la economía del país.

Según los últimos datos dados a conocer. el índice general inflacionario con una tasa de 4.78% anual en julio, aún lejana del pretendido objetivo de Banxico de llevarla a un 3%, por lo que la decisión tomada por la Junta de Gobierno del organismo en su última reunión del pasado 10 de agosto de mantener la tasa de interés básica en un nivel de 11.25% parece acertada, siempre y cuando el pulso económico de la economía se siga comportando como lo ha hecho hasta ahora, es decir, manteniendo el flujo creciente de remesas del extranjero, la atracción de inversión extranjera, y, con ello,  el mantenimiento de un tipo de cambio estable.

Lo anterior, sin dejar de lado el hecho de que la mejor política económica para contrarrestar el problema inflacionario reside no tanto en un buen manejo de la política monetaria, sino en buscar incrementar la eficiencia productiva a través de la mejor capacitación laboral y empresarial, el mantenimiento adecuado y desarrollo de nueva infraestructura, la adaptación de nuevas tecnologías y la facilitación de nuevos negocios por parte del Estado.

POR AGUSTÍN GARCÍA VILLA

ANALISTA POLÍTICO

MAAZ