México es el primer lugar del mundo en abuso sexual infantil. Cada año 5.4 millones son víctimas de este delito y en siete de cada diez casos, las agresiones provienen de parientes o personas cercanas.
En los últimos años, Baja California ha ocupado los primeros lugares en la lista nacional de incidencia delictiva en corrupción de menores; sólo en el primer semestre de 2023, casi tres de cada diez casos sucedieron en la entidad.
La Suprema Corte de Justicia de la Nación, nos anima a abandonar la expresión "menores de edad" -término que transmite un mensaje de inferioridad- y sustituirlo por aquel que corresponda de niña, niño o adolescente, como una acción fundamental, para reconocerlos como titulares de derechos. Para muchos, esto es absurdo, para mí, es una base importante para acercarnos más a la protección y defensa de la infancia.
Creo que cuando estamos en pareja, después de algunos años, aprendemos a reconocer los estados de ánimo de la otra parte. Pero, con nuestros hijos e hijas, como son infantes, los vemos "menores" y nos acostumbramos a dejar de interpretar las señales que, en muchos casos, son de alerta.
Los niños, cuando son víctimas de abuso se sienten avergonzados, con temor y, muy difícilmente, lo platicarán con sus padres. Debemos saber que la comunicación no es el único instrumento que tenemos para protegerlos. Solamente uno de cada diez, logra hablar del tema o denunciar.
¿Qué otras herramientas podemos usar para detectarlo?
1. Estar atentos a comportamientos, dibujos o lenguaje sexual que no corresponde con su edad;
2. A cambios repentinos de humor: ira, ansiedad, inseguridad;
3. Miedo nuevo o inusual a ciertas personas;
4. Cambios en el sueño o la alimentación; y,
5. Signos físicos de violencia. No estoy llamando a los extremos, sólo a que estemos pendientes de las señales, a no alarmar al niño o niña y acercarse a ellos para recabar más información.
¿Cómo podemos prevenirlo?
1. Créeles siempre. No pongas en duda su palabra;
2. Habla con ellos, la comunicación es la mejor forma de prevención;
3. Enséñales a decir "no" y que hay zonas de su cuerpo que sólo ellos pueden tocar;
4. No los dejes nunca sin supervisión, conoce a sus amistades; y,
5. Enséñales los riesgos en Internet y redes sociales.
¿Cómo podemos denunciarlo? Si tienes conocimiento de un abuso, te lo confió o lo detectaste, cree lo que dice, pon atención a lo que te cuenta y repórtalo al 911 ó 089. Las Procuradurías de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes te pueden orientar y la denuncia la puedes realizar en tu Fiscalía General Estatal.
¡Ya basta de abusar de la infancia! Vamos a continuar informando y concientizando y, si agredes, te van a atrapar. No arruinemos la vida de una niña, niño o adolescente, por acostumbrarnos a sus comportamientos y tardarnos en reaccionar. Por ello, te invito a convertirte en un verdadero defensor de la seguridad infantil.
POR JOSÉ LUIS AYOUB
COLABORADOR
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@jlayoub
MAAZ