LA NAO DE CHINA

50 años de JICA en México

Los programas que implementa en México y el mundo, tienen como objetivo primordial apoyar el desarrollo económico de los países con menor nivel de desarrollo, reconociendo la interdependencia de la comunidad internacional bajo consideraciones de carácter humanitario

OPINIÓN

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Adolfo Laborde / La Nao de China / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

La Ayuda Internacional ha sido parte del universo de las Relaciones Internacionales en los últimos años. Sus inicios datan del fin de la Segunda Guerra Mundial, específicamente, de la era de la posguerra, cuando el presidente Harry S. Truman de Estados Unidos, lanzó el primer programa integral de cooperación con los países subdesarrollados, el cual quedó plasmado en el contenido del punto 4 de su plan de gobierno. 

Este hecho, es considerado como el acto fundador de la moderna cooperación Norte-Sur (N-S). Posteriormente, la creación del Comité de Ayuda al Desarrollo (CAD por sus siglas en inglés) perteneciente a la Organización Económica para el Desarrollo (OECD por sus siglas en inglés) fue una propuesta de Estados Unidos como un instrumento para escalar, coordinar y, sobre todo, repartir de manera más justa la carga de la ayuda entre las potencias occidentales, bajo el supuesto de que donantes emergentes como Alemania e Italia no estaban aportando lo suficiente. 

Otro objetivo de la creación del CAD fue aventajar a Moscú en la competencia geopolítica por ganar el Tercer Mundo, y con ello, reducir los costos para los contribuyentes estadounidenses.

Después de una larga discusión entre los países miembros del CAD, especialmente por la posición de Japón, quien abogó por incluir las reparaciones de guerra en el concepto de Ayuda, y Alemania, que impulsó a que los créditos a las exportaciones se consideraran parte de la Ayuda, se llegó al acuerdo de cambiar la denominación Ayuda al Desarrollo por AOD, es decir, Asistencia Oficial para el Desarrollo (Carpizo, 2014). 

En este escenario, debemos subrayar que Japón posee una historia muy particular con relación a la Ayuda al Desarrollo, porque pasó de ser un país beneficiario a uno donante en un lapso muy corto. 

De haber estado en bancarrota en 1945, después de la derrota en la Segunda Guerra Mundial, en un breve periodo, comenzó su rápido crecimiento económico que, con el Plan Colombo, creado en la década de los años 50 para la reconstrucción de Asia, así como con los pagos por concepto de reparaciones de guerra, se dio paso a generar una política de Ayuda que con el paso del tiempo adquirió un carácter estratégico para su diplomacia económica. 

La encargada de ejecutar esto es precisamente la Agencia de Cooperación de Japón (JICA por sus siglas en inglés),  que 1 de octubre de 2008 se fusionó con el Banco de Cooperación Internacional de Japón (JBIC), así como con una parte del Programa de Cooperación Financiera No Reembolsable del Ministerio de Relaciones Exteriores del Japón.

Los programas que implementa en México y el mundo, tienen como objetivo primordial apoyar el desarrollo económico de los países con menor nivel de desarrollo, reconociendo la interdependencia de la comunidad internacional bajo consideraciones de carácter humanitario. 

Para poner en marcha los programas de ayuda, se requiere que las decisiones presupuestarias se realicen bajo un criterio global y respaldado por las directrices de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo que tome en consideración sus principios básicos, las solicitudes de los países receptores y las buenas relaciones diplomáticas que existen en ellos. Felicidades a JICA que en el mes de agosto cumple 50 años en México. 

POR ADOLFO LABORDE
EXREPRESENTANTE DE LA SECRETARÍA DE ECONOMÍA EN JAPÓN

LSN