COMANDO

Una guerra larga y costosa

Valdrá la pena que en México se analice de qué manera estos cambios afectan su posición geopolítica, como en lo militar

OPINIÓN

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Íñigo Guevara Moyano / Comando y Control / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Los cambios constitucionales de la semana pasada parecen indicar que Rusia se prepara para una guerra de largo plazo y, potencialmente, para un escalamiento del conflicto en Ucrania hacia un nivel internacional directo con Occidente.   

Entre el 25 y el 28 de julio, la Duma (Congreso) y el Consejo Federal (Senado) de Rusia aprobaron una serie de cambios constitucionales que extienden la edad de conscripción militar para los varones, desde los 18 hasta los 30 años.  

Los cambios autorizan que los conscriptos presenten su servicio en unidades paramilitares locales, incluso las unidades de guardias fronterizas y del Ministerio del Interior. Con estas modificaciones dan luz verde a que los gobernadores de las distintas regiones rusas puedan desviar y utilizar fondos a nivel regional –más allá del presupuesto de defensa que es federal–, para financiar la expansión de la fuerza militar y paramilitar rusa.  

Varios analistas estiman que, con estas medidas, Rusia busca incrementar el número de conscriptos a más de 400 mil. Como parte de los cambios, se establece que el llamado a filas cambia de un proceso análogo a uno digital, es decir, de una orden escrita en una carta entregada en persona, a una notificación electrónica.  

Acto seguido a la publicación digital, se prohíbe que los individuos que reciban el llamado al servicio militar puedan salir del país. La emigración de hombres rusos (probablemente para evitar la leva) desde que la invasión comenzó, en 2022, se ha calculado en más de 700 mil.   

Según datos de la Guardia Fronteriza de Estados Unidos (CBP), hasta el mes ocho de este año fiscal (FY23 es de octubre 2022 a junio 2023), más de 37 mil rusos intentaron cruzar su frontera desde México, por lo que muy probablemente la cifra a septiembre de este año (FY23) se eleve a más de 54 mil. 

Para tener un punto de comparación, en FY22, fecha que ya incluyó parcialmente la guerra de Ucrania, 21 mil rusos atravesaron México para intentar internarse en Estados Unidos; pero antes de eso, en FY21, el número fue de 4 mil y, en FY20, (previo y principios de COVID) tan sólo 467.     

Un día antes de estos cambios constitucionales, el Kremlin regularizó la operación de las compañías militares privadas, lo que probablemente incentivará la creación de empresas similares al conocido Grupo Wagner con capital privado. 

Recordemos que es una compañía de mercenarios empleada por el Kremlin para operaciones militares en Ucrania, en África, Oriente Medio y Venezuela. Esto antes de que se sublevara, amenazando directamente a Moscú y fuera exiliada a Bielorrusia.    

Aunado a esto, Rusia decidió terminar con el acuerdo de no atacar las exportaciones ucranianas de granos, pues ello significa estresar severamente las cadenas alimenticias mundiales, principalmente de África. 

Al día siguiente, el Kremlin comenzó a atacar la infraestructura comercial. Moscú demanda la reintegración de su sistema financiero al régimen internacional, señal de que las sanciones están tomando efecto.  

Estos tipos de movimientos indican que Rusia se prepara para una guerra larga contra Occidente y que busca nuevas fuentes de financiamiento que le permitan costearla.    

Valdrá la pena que en México se analice de qué manera estos cambios afectan su posición geopolítica, tanto desde el punto de vista económico, alimenticio, diplomático, militar y migratorio. 

 

POR IÑIGO GUEVARA MOYANO*

DIRECTOR DE LA COMPAÑÍA DE INTELIGENCIA JANES Y ACADÉMICO VISITANTE DEL ATLANTIC COUNCIL, EN WASHINGTON, D.C.

LSN