EL FONDO DEL MEOLLO

Las obligaciones de una selección que no necesita divas

Ahora que van a iniciar los cuartos de final de la Copa Oro, hay que hablar de las obligaciones

OPINIÓN

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Gerardo Velázquez de León / El fondo del meollo / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Ahora que van a iniciar los cuartos de final de la Copa Oro, hay que hablar de las obligaciones que tiene esta selección mexicana, ahora dirigida por Jaime Lozano, quien entró a este equipo en una posición en la que solamente ganar el título de este torneo le vale para poder mantenerse como una opción para dirigirla hasta el próximo Mundial de 2026.

Pero eso queda claro, que Lozano seguramente entiende y tiene bien claro en la cabeza, las condiciones en las que entró para dirigir a este equipo luego de que Diego Cocca fuera despedido tras el fracaso en la Nations League; lo que tenemos que analizar, es lo que deben de generar los jugadores quienes a partir de esta instancia deben demostrar que son merecedores de estar en una selección nacional, no importa si es la mejor de la historia o no, no importa si hay un cambio generacional o no, quienes ya forman parte de este equipo tienen que mostrar que tienen la calidad y el carácter para hacer las cosas como se deben, dejándose de grillas, dejándose de cuestiones internas que solamente ensucian más el entorno, ya de por sí enrarecido del equipo mexicano.

Y es que si México, con todos los recursos que tiene está pasando por momentos malos tras la Copa del Mundo de Qatar 2022, lo que pasa con la selección de Costa Rica es todavía peor. Este equipo dirigido por Luis Fernando Suárez está sumergido en una depresión total y eso que han buscado también generar un cambio, traer nuevos jugadores y hacer de este equipo sea algo diferente al éxito que tuvieron con elementos como Brian Ruiz, entre otros, pero les ha costado mucho trabajo poder tener una escuadra competitiva y eso se ha manifestado en los últimos meses, tan es así, que el técnico en turno se está jugando su trabajo en este partido de cuartos de final frente al equipo dirigido por Lozano

Entonces, si Costa Rica no es un rival que esté pasando por un buen momento y que sea una amenaza seria para los mexicanos, estos deben de entender que no hay espacio para los errores, que no hay espacio para la soberbia y que su obligación es sin duda no solamente avanzar a las semifinales de este torneo, sino hacerlo con un fútbol de nivel convincente que realmente permita tener opciones para después buscar su clasificación a la final y claro, ganar el título.

Hoy se necesita que los líderes vuelvan a ser líderes, pero no líderes ante los micrófonos y no líderes en las grillas, sino líderes en el campo que tengan la capacidad y visión para poder ayudar al entrenador a modificar cosas durante los partidos, que realmente pesen sobre los árbitros y sobre los rivales, y no que solamente sean jugadores que si las cosas no van bien le echen la culpa a terceros, ya sea técnicos, aficionados o hasta los medios de comunicación, porque de esos ya no se necesitan en la selección mexicana.

Hoy la selección mexicana lo que necesita son jugadores que realmente estén comprometidos, que sientan y que tengan orgullo por vestir la camiseta de México como lo hacían los de antes, quienes no ponían pretextos y quienes realmente se partían la madre por los colores que representan a su país.

Adiós a las divas, adiós a los grillos, adiós a todos esos elementos que siguen sin entender las obligaciones que tienen una vez que aceptan una convocatoria, porque ya estuvo bien que mientras la selección nacional le sirva como escaparate, vienen sonrientes y dan lo mejor de sí, pero cuando ya logran su cometido de poder salir al extranjero ya les da flojera venir al equipo mexicano y piensen que ya no le sirve para maldita la cosa. Es momento de que realmente esta selección mexicana vuelva a tener a esos jugadores comprometidos que no piensen en otra cosa más que dar los resultados para los que los convocaron, y que se dejen de tonterías que no los llevan a nada a otra cosa, que no sea el fracaso.

POR GERARDO VELÁZQUEZ DE LEÓN

COLABORADOR

@GVLO2008

MAAZ