Stephen Hawking cuando dijo que la vida en el planeta sería imposible en un plazo que es, en términos del universo, un parpadeo: "No creo que sobrevivamos otros mil años sin escapar de nuestro frágil planeta", afirmó durante una conferencia en Oxford University Union en 2007. Los que cuentan con los mayores recursos en el mundo se enfocan en posibilidades fuera de éste y no en resolver los conflictos existentes. Aparentemente hemos perdido el juego, y hemos aceptado que el destino fatídico de la humanidad es inevitable.
Pero hay quienes aún destinan esfuerzos y nos inyectan esteroides con tendencias que iluminan el túnel apocalíptico al que nos dirigimos. Borja Vilaseca, experto en marca personal y tendencias laborales, afirma que el mundo para el que fuimos educados está dejando de existir, las reglas del juego económico globalista que conocíamos han cambiado y somos una generación de transición entre dos eras: la industrial/analógica y la del conocimiento/digital.
No nos queda más remedio que reinventarnos, cuestionar las viejas creencias con las que fuimos condicionados, o pronto quedaremos obsoletos fuera del juego. La integración de inteligencias artificiales, la necesidad de una marca personal, la tendencia del propósito, nos confirman el punto crucial de una era de cambio, donde el trabajo adquiere un nuevo sentido.
El neurocientífico Adam Kepecs, busca la confianza genuina experimentando, -no con humanos pues no nos prefiere dado que podemos ser contradictorios afirmando por un lado que nos sentimos seguros, mientras por dentro morimos de miedo-, sino con animales, para revertir el proceso de ingeniería neuro-biológica debajo de la toma de decisiones y el aprendizaje con la psiquiatría biológica.
La especie humana sigue teniendo adeptos, frente a un apabullante escenario socio-económico y la poli¡-crisis en la que vivimos los retos individuales no son pocos, vencer el miedo al cambio, -pues evitar el riesgo y permanecer en nuestra zona de comodidad es lo más arriesgado que podemos hacer-, o arrojarnos a la negación creyendo que todo es una loca visión futurista y que las cosas regresaran a lo que eran antes, es ciertamente un suicidio social.
Llegó el momento de saltar al vacío y emprender la travesía de los nuevos paradigmas, desarrollando pensamientos integradores para la solución, que nos permitan servir realizándonos y aportando valor como ciudadanos. Trabajar ya no es solo una actividad remunerativa, requiere de un factor de la fe en la humanidad para arreglarnos o nos iremos muriendo poco a poco y la migración al espacio será la única solución.
POR Mónica Castelazo
Gerente de Comunicación y Asuntos Corporativos en Teva México, y Creadora de contenido en @comunicoloca_soy
Twitter: @MonicaCastelazo
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