PERISCOPIO

Xóchitl encuera a los “indigenistas”

Con López Obrador, el presidente que más poder ha tenido para hacer y deshacer en este país, la situación de los pueblos originarios ha empeorado

OPINIÓN

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Raymundo Sánchez Patlán / Periscopio / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Soltó Palacio Nacional a la rabiosa jauría de pintamonos amantes de la paella con chayote y cargo al erario, los fabrizios plagiadores, los témoris, los epigmenios, las diputadas que mandan “a la chingada" indígenas chiapanecos y demás fauna cuatrotera.

Todo con el objeto de intentar destruir la reputación de la mujer que hizo añicos el script del presidente Andrés López Obrador para la elección presidencial de 2024, y que se mostró como una excelente aspirante presidencial, en el momento justo en que la oposición más necesitaba de una figura que hiciera frente a las corcholatas: Xóchitl Gálvez. 

Por lo más “brillante” que se le ha ocurrido a ese ejército solovinesco para atacarla y frenar el llamado Efecto X es crear la ilusión pública de que Xóchitl no lleva sangre indígena en sus venas, que no nació en cuna pobre y que no ha hecho nada por los indígenas. 

De su origen étnico no hay para donde hacerse, porque ninguna verborrea logrará borrar su ADN otomí y mestizo. De su lugar de nacimiento tampoco: Tepatepec, Hidalgo, donde siete de cada 10 habitantes viven en pobreza, de moderada a extrema. 

Ahora bien, cuestionarla por no haber hecho nada por los indígenas, es darse un tiro en el pie y pasar a fregar al que quieren pintar como el personaje más indigenista de la historia mundial. Porque con López Obrador, el presidente que más poder ha tenido para hacer y deshacer en este país, la situación de los pueblos originarios ha empeorado. 

Datos del Coneval indican que, de 2018 a 2020, los indígenas pobres aumentaron de 76.8% a 80%. De ese incremento, casi 100 mil son mujeres. Son las mujeres indígenas las que más han sufrido el fracaso de las ocurrencias en salud: el mismo Coneval indica que hasta 2018 había 400 mil con carencia de servicios de salud, y para 2020, cuando se suponía que ya seríamos como Dinamarca, la cifra se disparó a un millón.    

Sin contar con los recortes que “la esperanza de México” ha propinado al lnstituto Nacional de los Pueblos Indígenas, a cuyo presupuesto 2022 dieron un tijeretazo de 40%. Además, hasta el año pasado 852 mil indígenas carecían de energía eléctrica, agua entubada y drenaje. 

“Se dice que es un gobierno de izquierda y que todo está bien, pero no es así. Abajo estamos peor que antes (…) Para los pueblos se ha declarado la guerra para imponer esos megaproyectos (…) Así que es una mentira eso del cambio. El cambio para los pueblos fue hacia atrás”. 

Y eso no lo dijo Xóchitl, sino doña María de Jesús Patricio Martínez, indígena nahua mejor conocida como Marichuy, a quien en 2018 el EZLN propuso como candidata presidencial.

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EN EL VISOR: Otra mujer que trae descocada a la cuatroté, es la presidenta de la Suprema Corte, Norma Piña. La ministra ha dejado claro que no caerá en provocaciones ni contestará agresiones, que no hará tratos en lo oscurito y que ni siquiera recibirá emisarios de Palacio Nacional. Su respuesta es y será el cumplimiento de la Constitución.

POR RAYMUNDO SÁNCHEZ PATLÁN
RAYMUNDO@ELHERALDODEMEXICO.COM
@R_SANCHEZP

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