AGENDA LEVANTINA

Los ejércitos invisibles

En Rusia y otros países, ejércitos paralelos acechan para proteger a infractores de la ley. Israel parece contar con su propia versión de fuerzas bajo contrato

OPINIÓN

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Marta Tawil / Agenda Levantina / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

El evento que acaparó los titulares del mundo sobre la rebelión del Grupo paramilitar Wagner contra el mando ruso en Ucrania confirma que: 1) las empresas de seguridad privada permiten a los gobiernos minimizar los costos de sus campañas militares y que 2) la ventaja militar de contratar a tales soldados se acompaña del riesgo que representan para la estabilidad de un Estado. 

El grupo de mercenarios rusos llamado Wagner, que surgió en los años 2013-2014 a raíz de la guerra en Siria, extiende su alcance en Medio Oriente y otras regiones. 

En África, su presencia sigue avanzando; en Mali recientemente aprovecha el retiro de Francia de la región del Sahel. El grupo Wagner también opera en Latinoamérica: a cambio de proteger al régimen de Caracas, Rusia obtiene la explotación minera y petrolera en la Cuenca del Orinoco, donde puede encontrarse todo tipo de minerales, petróleo, gas, hierro, aluminio y oro. 

Las filas de Wagner las engrosan jóvenes impulsados por intereses personales, económicos e ideológicos, sobre los que circulan rumores desde hace varios años. 

En la identificación del perfil online de algunos de sus soldados se hallan pistas del nazismo. 

Esta práctica no sucede aisladamente. Israel parece contar con su propia versión de fuerzas bajo contrato. Ahí el Ejército parece haber capitulado ante los extremistas colonos de Cisjordania ocupada, donde hacen lo que les place con tácticas diversas: desde ataques a granjeros palestinos: cortando o quemando olivos, dañando a sus animales, expulsando a los pastores y cerrando las tierras de pastoreo, hasta pogromos en aldeas palestinas. 

La xenofobia y el armamento de los colonos israelíes se apoyan en una amplia red institucional y electoral. Los batallones de voluntarios progubernamentales en Ucrania (antes de la invasión rusa de 2022) son otro caso. 

En Siria, la fuerza creciente de la Cuarta División en el transcurso de la guerra ha hecho temer el surgimiento de otra potencia a la altura del Ejército. Estas y otras versiones que asemejan al Wagner ruso, no simples paramilitares manipulados por el Estado.  

Es un hecho que el secreto que se cultiva en torno a este tipo de agrupaciones corresponde al interés de opacar a sus redes, como al de controlar y gestionar los riesgos de sus acciones. Igualmente, resulta muy complicado contener a estos criminales una vez que se les echó a andar o que se les dio espacio. 

El grave peligro en cualquier caso es que las ambiciones de esos grupos violentos pueden provocar giros abruptos en los sistemas políticos, con consecuencias para la soberanía estatal y la dinámica de seguridad regional. 

 

POR MARTA TAWIL

IINVESTIGADORA DE EL COLMEX

LSN