COLUMNA INVITADA

Lo noticioso es que solo hay malas noticias

Acontecimientos que no son “cortinas de humo”, como suelen llamarse, sino temas tan implacables, en la mayoría de los casos, que ponen a este país como el centro del mayor número de crónicas caóticas, recalcitrantes, violentas y de crueldad humana, en un país que no se encuentra en guerra

OPINIÓN

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Sara Morgan / Columna Invitada / El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

México es un país que un día sí, y otro también, tiene una multitud de situaciones en las que la mayoría trasciende a noticia. La semana pasada, como esta misma, han sucedido cosas de la mayor importancia, que van una detrás de la otra, sin tiempo para pensarlas. Hagamos un recuento de cuestiones recientes: El secuestro de dieciséis trabajadores en el Estado de Chiapas, seguido del asesinato de Hipólito Mora en la Ruana; el asalto en Plaza Antara; la renuncia de políticos priistas conocidos; el salto al escenario de Xóchitl Galvez, y así, podría seguir hasta llenar toda la página.

Acontecimientos que no son “cortinas de humo”, como suelen llamarse, sino temas tan implacables, en la mayoría de los casos, que ponen a este país como el centro del mayor número de crónicas caóticas, recalcitrantes, violentas y de crueldad humana, en un país que no se encuentra en guerra. Lo anterior, obedece al derrumbe de los pilares fundamentales del equilibrio general; al desconectarse gobierno y sociedad del orden establecido por el sentido común, respeto y límites, debido a que se ha fomentado una actitud errática por parte de la autoridad en materia de justicia, política, seguridad, educación, corrupción, salud y una pusilánime actitud social. Lo noticioso, como diría; el destacado periodista, Carlos Marín, salta de un momento a otro, sin tregua alguna, cuestión que nos ha llegado a desensibilizar. 

Para que esto les sea obvio, en su círculo de conocidos, pueden preguntar si recuerdan lo sucedido en El Pinabete, en el norte de México; ¿Qué pasó con las familias de los fallecidos en el derrumbe de la línea 12 del metro? Cuanto hace de las muertes de aquellos cuarenta migrantes, calcinados en oficinas migratorias en Ciudad Juárez. O, si saben de los avances de la investigación sobre el atentado en contra de Ciro Gómez Leyva.

Ten la seguridad de que, en la mayoría de los casos, tendrán la sensación de que ya pasó mucho tiempo de esas tragedias; comprobarás que se va diluyendo la marca de la indignación; y no es debido a que las personas de este país tengan poca memoria, lo que sucede es qué frente a la tragedia, permea un fenómeno de evasión colectiva que se denomina “La responsabilidad diluida.” Cuyo análisis fue realizado por el profesor Torres Soriano, publicado, por el Instituto Español de Estudios Estratégicos (IEEE), y recuperado en una compilación de Francisco Galvache Valero-Martín.

Lo anterior, es consecuencia, de un fallo social característico y caracterizador de las sociedades que han disuelto la responsabilidad en la masa y que es un factor de la crisis de civilización que sufre Occidente, ya que nos habla del trastorno que sufre hoy el eje axial de la escala de valores del verdadero hombre: el yugo que empareja, de forma indisociable, su libertad con su responsabilidad, el binomio sobre el que se eleva radiante la dignidad de la persona humana. En pocas palabras, es un fenómeno por el que todas las personas que están presenciando lo que ocurre, esperan que sean "las demás" las que hagan algo.

Por lo tanto, contrario a lo que se afirma; los mexicanos no tienen mala memoria, sino evasión, por razones comprensibles tales como el miedo al incremento de la violencia y la impunidad, pero también por una apatía generalizada y una cómoda actitud de delegar la responsabilidad. Por ello, es costumbre “echar culpas”.

En resumen, nuestro país no tiene mala memoria, sino malos modos, ya que sólo se conduce de forma correcta si existe de por medio la tiranía de lo punitivo; y como el Estado también reniega de su responsabilidad, esta ha sido tomada por el crimen a quien se le respeta por el miedo al impacto de la violencia generalizada que ejerce, pero que siempre alcanza a todas las personas de este país.

 

POR SARA MORGAN
@MORGANSAREL

CONSULTORA LABORAL

DIRECTORA DE EQUITY JOB LAB

LSN