POLÍTICA PARA A´MAR

La oscura claridad de elegir por un candidato o una alianza política

El contraste de optar entre una fuerza política o un aspirante presidencial, y la sorprendente posibilidad de inclinarse por contrarios

OPINIÓN

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Marlene Mizrahi / Columna invitada / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: El Heraldo de México

La luz oscura que inspiró este texto tiene que ver con la variedad de opiniones que he notado respecto a la preferencia del aspirante presidencial de las dos principales fuerzas políticas que hay hoy en México: “Juntos Haremos Historia” y “Va por México”. Hay posturas diversas.

La ocasión pasada se comentaba que los partidos políticos existen para llegar al poder y que, cuando no tienen suficiente presencia en el territorio, pueden de vincularse con otros. Así se crearon las dos grandes alianzas políticas mencionadas.

La luminosidad siniestra a la que me refiero consiste en que he notado una mezcla. Una en la que se toma en cuenta tanto al grupo de partidos que conforman una alianza, como la trayectoria y personalidad de quienes buscan ocupar la silla presidencial. Se contemplan ambos. Tenemos, entonces, presuntas posturas ideológicas de formaciones políticas y, también, de aspirantes.

Algo muy significativo, es que las ideas particulares de quienes buscan obtener dicha candidatura pueden parecer más alineadas a la orientación política de la alianza contraria. Ciertos candidatos de “Va por México” se muestran más próximos a la ideología de “Juntos Haremos Historia” y viceversa. De ahí la confusión que podemos tener como votantes.

Es importante tomar en cuenta que un partido o alianza pueden ser ideológicamente puros, pero si no llegan al poder, quedan solamente como observadores. De ahí que, para unirse, deban construir un proyecto de desarrollo y pactar de antemano un esquema donde todos participen en el proceso.

Desde su formación en diciembre del 2020, hay una idea que vincula a los partidos de “Va por México”: su posición como adversarios del gobierno actual. Esta alianza pretende formar un “nosotros”, una postura claramente diferenciada y una propuesta “en contra” que posibilite la elección entre auténticas alternativas: a favor o en contra de la cuarta transformación o 4T – como se autonombra el gobierno del presidente –. La 4T se presenta como de izquierda, corriente que se inclina más por la igualdad que por la libertad. Sin embargo, irónicamente, entre las filas de “Va por México”, nos encontramos con el PRD, también de izquierda.

Hay un resplandor tenebroso en el hecho de que, para definir alguna preferencia, se esté tomando en cuenta tanto al aspirante presidencial como a la fuerza política que le promueve. Al igual que la figura literaria del oxímoron, esto revela una yuxtaposición de ideas que aparentemente se contradicen entre sí, pero que, al combinarse, generan un significado profundo y una nueva perspectiva del tema sobre el que estamos tratando: la importancia de la ideología en la política de México. Se resalta así una paradoja que encierra una verdad más profunda: nuestro voto está lejos de definirse por la ideología clásica entre derecha e izquierda.

 

POR MARLENE MIZRAHI

COLABORADORA

@MARLENEMIZRAHI


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