COLUMNA INVITADA

1994 o 2024: ¿Hasta dónde tensar la liga?

¿De verdad gobierno y oposición piensan que sus declaraciones sólo tendrán consecuencias en las mañaneras y en las redes sociales?

OPINIÓN

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Onel Ortiz Fragoso / Colaborador / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Foto: Especial

Los principales políticos del gobierno y de la oposición, inmersos en el frenesí de una sucesión adelantada, invocan demonios que, de aparecer, ninguno de ellos podría controlar. La regla de oro en una democracia consiste en tensar la liga, pero nunca romperla. En México no ha ocurrido un fuerte estallido social, porque en uno y otro extremo de la liga, siempre, por fortuna, ha habido una mano firme, una mente lúcida que lo ha impedido. Además, está la vocación pacifista de la sociedad mexicana.

Mal el Presidente al descalificar a la oposición y después clamar la existencia de un complot en su contra. Mal la oposición al desplegar campañas de odio y establecer similitudes con el terrible año de 1994, cuando el país padeció de alzamientos armados, asesinatos políticos y crisis económica.

¿De verdad gobierno y oposición dimensionan el peso de sus palabras? ¿De verdad piensan que sus declaraciones sólo tendrán consecuencias en las mañaneras y en las redes sociales? Hay una competencia para demostrar quién gana el aplauso y el escándalo. Una carrera para evidenciar quién es más irresponsable. En la noche del 6 de julio de 1988 y los días posteriores, México estuvo al borde del estallido social.

La visión y actitud responsable de Cuauhtémoc Cárdenas, Porfirio Muñoz Ledo, Heberto Castillo, Gilberto Rincón Gallardo, Arnoldo Martínez Verdugo, Ifigenia Martínez y otros líderes del Frente Democrático Nacional, lo impidieron. Decidieron encauzar el descontento por la vía electoral y pacífica.

Recordemos como Carlos Salinas de Gortari terminó su quinto año. Fue el zenit de su sexenio: Aceptación cercana al 70%; mayoría constitucional en ambas cámaras del Congreso de la Unión, después de pactar con el PAN y hacer polvo al PRD en las elecciones de 1991, que le permitió reformar los artículos 3o, 27, 123 y 130 de la Constitución.

Captura de los principales capos del narcotráfico, eliminación de los caciques sindicales de PEMEX y el SNTE; renegociación de la deuda externa, estabilidad cambiaria después de quitarle tres ceros al peso; firma del TLC y apoyo social, a través del programa Solidaridad. Con tranquilidad resolvió su sucesión a favor de Luis Donaldo Colosio.

En un año todo se fue al traste. El Ejército Zapatista de Liberación Nacional se alzó en armas en el primer minuto de 1994. La liga se rompió el 23 de marzo en Lomas Taurinas.

Lo que siguió fue otro magnicidio y la descomposición social, para culminar con la fuga de capitales. Los que sufrieron no fue el gobierno, sino miles de familias y el país entero. Andrés Manuel López Obrador tiene razón al decir que ha sido el político más atacado e investigado. También ha sido el político más cuidado.

Es un asunto de seguridad nacional que no les pase nada a ninguno de los que aspiran a gobernar este país. Eso pienso yo, ¿usted qué opina?

La política es de bronce.

POR ONEL ORTIZ FRAGOSO

ANALISTA POLÍTICO
@ONELORTIZ

MAAZ