El 8 de agosto culminará el registro de los ciudadanos que deseen participar en el proceso para definir al liderazgo del Frente Amplio por México. El proceso representa una valiosa oportunidad para promover la participación activa y amplia de la sociedad civil en la toma de decisiones políticas en México. Ante el desdén y autoritarismo que prevalece en el bando oficialista, es esencial destacar la importancia de que esta iniciativa inédita, ya que permite que los ciudadanos ejerzan su poder de elección y sean protagonistas del cambio social, independientemente de que si ejercen o no afiliaciones partidistas.
Históricamente, la política en muchos países ha estado dominada por partidos políticos que pueden alejarse de los intereses y necesidades de la población. Sin embargo, al abrir espacios para que los ciudadanos no afiliados puedan influir en la elección de líderes y en la definición de agendas políticas, se democratiza el proceso y se empodera a la sociedad civil.
Por eso en esta gesta compiten personas identificadas con partidos políticos y liderazgos surgidos del activismo social que han manifestado su legítimo interés de participar en este proceso definitorio del liderazgo del Frente.
La ley electoral desempeña un papel crucial en este proceso, ya que debe garantizar la transparencia, la equidad y la inclusión en la participación política; en donde los Frentes políticos se encuentran legalmente contemplados. En el caso de México, es alentador ver cómo se establece un mecanismo accesible y guiado para que los ciudadanos puedan registrarse y expresar su elección o apoyo a través de la plataforma electrónica habilitada.
En esta perspectiva, la reflexión del pensador italiano Antonio Gramsci cobra relevancia. Gramsci argumentó que la sociedad civil, a través de sus instituciones y organizaciones, tiene la capacidad de influir en la esfera pública y generar cambios sociales significativos.
Su idea de "hegemonía"; se refiere al proceso mediante el cual una clase dominante ejerce su influencia cultural e intelectual para mantener su posición de poder. Sin embargo, Gramsci también veía en esta sociedad civil la posibilidad de construir una "contrarreacción" a esta hegemonía autoritaria, mediante la participación activa de los ciudadanos en la política y en la esfera pública.
En el contexto de México, la apertura a la participación ciudadana en la elección del liderazgo del Frente Amplio por México puede interpretarse como un paso hacia esa "contrarreacción" que Gramsci mencionaba para anular las pulsiones autoritarias con civilidad y el poder del voto. Al permitir que los ciudadanos no afiliados a partidos políticos tengan voz y voto en la definición del liderazgo del Frente Amplio por México, se busca descentralizar el poder y fortalecer la representatividad democrática.
Con entusiasmo cívico y con el poder del voto, el Frente Amplio por México tendrá una victoria política, cultural y electoral.
POR LORENA PIÑÓN RIVERA
Diputada federal
@lorenapignon
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