UNA CHAIRA EN EL HERALDO

No es toda la institución, dos personas deben hablar

Esta semana el GIEI también presentó su último informe y cuando digo “último”, lo es literalmente, y no porque el gobierno no quiera seguir rascándole, sino porque ya toparon con pared y no hay forma de conseguir más información a menos que “cantaran” algunos de los principales señalados

OPINIÓN

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Fernanda Tapia / Una Chaira en El Heraldo / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Foto: Especial

Mi jaguar de Macuspana nos presumió durante la mañanera del miércoles, que a partir del comienzo de su sexenio “los homicidios han disminuido en México hasta un 17%”. 

Recordó también que, “desde el primer día de su administración empezaron a mejorar las condiciones de vida y de trabajo de los mexicanos, y de acuerdo al Presidente esto ayudó a sentar las bases para disminuir la violencia en el país y garantizar la paz en territorio mexicano”. 

Él le calcula que su gobierno va a terminar en el 20% la disminución en homicidios, sin embargo no podemos echar las campanas al vuelo porque hay temas que no se han podido resolver, aunque son heredados de otros sexenios. 

Más exactamente me refiero al caso Ayotzinapa. ya que esta semana el GIEI también presentó su último informe y cuando digo “último”, lo es literalmente, y no porque el gobierno no quiera seguir rascándole, sino porque ya toparon con pared y no hay forma de conseguir más información a menos que “cantaran” algunos de los principales señalados. 

Si leemos el reporte, pareciera que existe otro “informe” dentro, dedicado tan sólo a la milicia. El ejercito protagoniza más de la mitad del texto presentado por los investigadores Ángela Buitrago y Carlos Beristáin. 

En este informe final se mapean los movimientos de los militares presentes durante el ataque la noche del 26 y la madrugada del 27 de septiembre de 2014. Analizaron los movimientos y cambios de ubicación de los celulares (de los estudiantes y de algunos militares). Destaca el caso del general José Rodríguez, actualmente preso, muy activo el día de los hechos. Al  día de hoy, el jefe de la Fiscalía local (un marino retirado), ni siquiera ha sido llamado a declarar. 

Otra revelación importante fue que ahora se dice que “marinos” vieron la bolsa con los huesos en el lugar, un día antes de su hallazgo oficial, el 29 de octubre. Y agárrense: “que ese mismo día había en ese río, otras ocho bolsas con restos que no han vuelto a aparecer”. 

Y ya para finalizar, en las últimas entregas de informes, se apuntaba la participación, por acción u omisión, de prácticamente todas las corporaciones de seguridad, quienes intentaron borrar sus huellas. Se desprende que: desde pocas horas después del ataque, la red criminal, apoyándose en policías de Iguala, Cocula y Huitzuco, principalmente, desapareció a los 43 de dos escenarios. Un grupo pasó por una instalación de la policía de Iguala, mientras que otro fue conducido al parecer rumbo a Huitzuco y/o Chilpancingo. Aquí lo indignante es que no hayan querido colaborar Murillo Karam, ni el General Cienfuegos. 

Y para abonar en todo este drama, hay casi medio millón de jóvenes que han sufrido directamente en la violencia en los últimos seis años y curiosamente en las zonas de mayor índice delictivo es donde menos becas de “construyendo el futuro” se solicitan a Bienestar. Ahora también hay que luchar contra la narco cultura en esas zonas.

POR FERNANDA TAPIA
DENUNCIAS@FERNANDATAPIA.COM 
@TAPIAFERNANDA

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