Probablemente para cuando se publique este texto, me habré convertido en mamá. Escribo esta columna un tanto nerviosa, y muy emocionada. Y justo al llegar al último tramo te pones a hacer un recorrido de lo que han sido estos nueve meses.
Y por eso le echo la culpa a Rihanna. Sí a Rihanna que todo lo hace ver tan fácil. Pero que además parece una reina y una mujer perfecta embarazada. ¿Se imaginan a la cantante con náuseas? Cero. ¿Se la imaginan con cansancio permanente? Cero. ¿Se la imaginan llorando porque no entra en su ropa? Cero.
Sé que ha habido a lo largo de los años mujeres embarazadas súper top que han roto con los paradigmas convencionales. A nadie se nos olvidará la portada de Demi Moore en Vanity Fair, con el pelo cortito y sin ropa. La forma de vestirse ha cambiado para las mujeres que esperan un bebé, pero creo que la exigencia está peor.
Regresamos a Rihanna… Me da una enorme envidia verla cómo fluye en las alfombras rojas, cómo los tacones no le afectan y la selección de sus outfits con la panza al aire. Su impecable makeup, ya hubiera querido yo, pero no, así no es la mujer embarazada real. Me topé con que nada te queda bien, que la ropa que hacen para esta etapa de la vida ni cerca se nos ve como a ella.
Tu cuerpo empieza a cambiar tanto que no puedes planear nada, si tienes una cena o compromiso hay que esperar a que llegue el día para probarte lo que te quede. Por lo menos la moda ha evolucionado y ya no se tienen que usar esos vestidos tipo carpas, ahora viene la ropa más entallada para que se note la barriga y la puedas presumir, pero no hay un punto medio entre ir cómoda y guapa. A ver, las embarazadas siempre se verán divinas, eso que ni qué, se pongan lo que se pongan, pero al estilo de Rihanna jamás.
En mi nueva Biblia, la app What To Expect, hicieron una encuesta a las usuarias para preguntar qué es lo que más les había costado a la hora de vestirse, y el 46% puso que definitivamente era encontrar un outfit para trabajar y yo apoyo la moción. Es un MAR-TI-RIO. Entre que no te quieres ver todos los días igual, las camisas no quedan bien y tampoco puedes ir de vestido diario, nunca vas bonita (o por lo menos así te sientes). Los pantalones suelen ser de lo más básicos: jeans o leggins, lo cual se vuelve un bajón. Por supuesto hay cosas más importantes por las que preocuparse en un embarazo y en las que vale más la pena poner la energía, pero con toda la envidia al estilazo que maneja Rihanna panzona, me imagino también lo mal que la está pasando, porque por lo menos a mí no me persiguen los paparazzi ni tengo que entaconarme para una alfombra roja.
POR BEGOÑA COSÍO
COLABORADORA
@BEGOCOSIO
MAAZ