DESDE AFUERA

Israel en problemas políticos

La sociedad israelí es una donde literalmente todo se somete a debate y la discusión es parte de su vida diaria, cuanto más de su política

OPINIÓN

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José Carreño Figueras / Desde Afuera / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

La situación política de Israel parece en un serio deterioro, luego de que el Parlamento (Knesset) aprobara la primera de varias leyes destinadas a limitar los poderes del Poder Judicial para supervisar y, en su caso, modificar decisiones.

La propuesta del primer ministro, Benjamin Netanyahu, es apoyada por sectores de derecha y extrema derecha que, de acuerdo con una descripción, proponen ocupar más tierras palestinas y poner más religión en la vida diaria de los israelíes.

Para algunos, se trata de una ruptura de equilibrios entre religiosos y seculares en la sociedad, y de crisis constitucional.

La coalición de derecha que apoya a Netanyahu tiene la mayoría parlamentaria, acentuada por la decisión de la alianza opositora de abstenerse de participar en el voto. De hecho, la primera legislación fue aprobada por 64 de los 120 miembros del Parlamento; los demás estuvieron ausentes. 

Para los sectores más conservadores, las decisiones del equivalente de la Suprema Corte israelí eran una forma en la que personas no-electas legislan desde la judicatura y frustran medidas políticas presuntamente irracionales, como la expansión territorial en tierras palestinas de la ribera occidental (en la llamada Cisjordania), ocupada desde la guerra de 1967. 

Pero, el precio es acentuar las profundas divisiones políticas en la sociedad israelí, reflejadas en prácticamente siete meses de movilizaciones en contra de la medida, y la oposición de grupos que van de las Fuerzas Armadas al sector empresarial, estudiantes y evidentemente, árabe-israelíes.

La situación es tan grave que la prensa de ese país afirma que millares de reservistas han expresado su intención de no incorporarse a filas como rechazo a una legislación que, desde su punto de vista, pone en peligro la democracia.

Parte del problema está en los privilegios que la legislación ofrece a los judíos ultraortodoxos, considerado el grupo más conservador y una parte importante del apoyo a las propuestas de Netanyahu, al eximirlos del servicio militar y ofrecerles subvenciones económicas para estudiar la ley talmúdica. Pero cuando las leyes israelíes fueron formuladas, durante la fundación del Estado, en 1948, los ultraortodoxos eran un grupo muy pequeño; hoy son un 12% de la población y su ausencia en las Fuerzas Armadas y los sectores productivos, así como los costos asociados a sostenerlos, se resiente cada vez más.

La sociedad israelí es una donde literalmente todo se somete a debate y la discusión es parte de su vida diaria, cuanto más de su política. Pero la decisión de reducir los poderes de la judicatura, que han sido el límite aparente para algunas de las propuestas más extremas, parece haber rebasado los marcos de tolerancia.

Nadie sabe, sin embargo, el impacto que la nueva legislación, de ser puesta en práctica y aprovechada para expandir las colonias israelíes en el banco occidental a costa de los palestinos, pueda tener sobre las recién establecidas relaciones formales de Israel con varios países árabes. 

POR JOSÉ CARREÑO FIGUERAS

JOSE.CARRENO@ELHERALDODEMEXICO.COM

@CARRENOJOSE1

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