COLUMNA INVITADA

Francisco Villa (2)

El periodista Regino Hernández Llergo, acompañado del fotógrafo Fernando Sosa

OPINIÓN

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Rubén Martínez Cisneros / Columna invitada / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Foto: Especial

El periodista Regino Hernández Llergo, acompañado del fotógrafo Fernando Sosa, entrevistó a Francisco Villa; el reportaje se publica en el diario capitalino El Universal -del 12 al 18 de junio de 1922-, el día que se presentaron ante El Centauro del Norte, les comentó, “Pues miren, señores, yo en dos años que hace que caí en Canutillo, siempre me he eximido de recibir periodistas…no he querido, porque ellos nunca dicen la verdad…”. 

Dos vertientes hay en torno al crimen del hombre fuerte de La División del Norte -el 20 de julio de 1923-; la entrevista antes citada publicada íntegramente por El Universal y FCE, 2016, Una semana con Francisco Villa en Canutillo, con introducción de Ignacio Solares, quien hace el siguiente razonamiento, “13 meses después de la entrevista, Villa es asesinado “¿Cuánto contribuyó esta entrevista a su desenlace fatal? 

El 28 de julio de 1920 a las 11 de la mañana, Villa depone las armas ante el gobierno federal presidido por Adolfo de la Huerta; entre las condiciones para entregar la hacienda Canutillo a Villa; “no tomar las armas contra el gobierno constituido…en los arreglos que hice cuando me arreglé con el gobierno, había dado mi palabra de que yo no me metería en asuntos de política durante el periodo del General Obregón…y estoy dispuesto a cumplir con mi palabra…”. 

En el transcurso de la entrevista, Villa, no se quedó con las ganas de mandar un mensaje, “Mi raza me quiere mucho; yo tengo amigos en todas las capas sociales…¡Uh, señor, ¡si yo creo que nadie tiene ahora el partido que tiene Francisco Villa! Por eso me temen-añadió con naturalidad -; 

…por eso los políticos me tienen miedo, porque saben que el día que yo me lance a la lucha, ¡Uh, señor! ¡Los aplastaría!… “Yo señores, soy un soldado de verdad. Yo puedo movilizar cuarenta mil hombres en cuarenta minutos”. 

Para el autor de El otro Madero, “Villa era visto como un factor de poder real y de riego para el para el aún frágil equilibrio político que buscaba consolidar el grupo encabezado por Álvaro Obregón y Plutarco Elías Calles” 

Por otro lado, una de las demandas de la Revolución Mexicana, fue repartir la tierra de las haciendas a los campesinos, en Chihuahua, prevalecía el clan Terrazas-Creel. Se fraguó el plan de que Luis Terrazas vendiera 2 y medio millones de hectáreas de sus tierras de cultivo a Mc Quatters y este posteriormente las negociaría en parcelas individuales -pero no demasiado pequeña- señala Katz, quien agrega que Villa le escribe a Obregón, de que “el pueblo de Chihuahua había repudiado el contrato aprobado por el gobernador”, el cual no beneficiaba a los agricultores. 

Villa advierte, “Después de las unánimes protestas del pueblo de chihuahua se vendrán sin duda los balazos, y esto se dice que serán antes de tres meses”. 

Para Villa, escribe Katz, “La decisión de Obregón en torno al contrato de Mc Quatters (cancelarlo) representaba un último triunfo…pudo ser la causa original de su muerte”. 

POR RUBÉN MARTÍNEZ CISNEROS  

COLABORADOR

MAAZ