El desarrollo de los Sistemas Políticos está en consonancia con las formas de su comunicación; la psicología de las masas que describió Gustave Le Bon nos dio los primeros indicios de este proceso. Años después Marshall McLuhan estableció toda una teoría en relación con los medios de comunicación.
En el México de la Posguerra –durante los gobiernos civiles priistas— el lenguaje que se utilizó fue protocolario y medio eficaz, para mantener la estricta disciplina con que se ejerció el poder; las comunicaciones eran solemnes y acartonadas, y se respetaba –sobre todo— la jerarquía suprema del Presidente en turno.
Las nuevas comunicaciones que emanan de las redes sociales, de la robótica y de la cibernética, han cambiado radicalmente el modo de informar. Y ha surgido un lenguaje procaz y abierto, cuyo pionero fue “Brozo”, que le dio vuelta a la hoja de la solemnidad e introdujo esta nueva forma altisonante de comunicación, que pudo conformar figuras paradigmáticas, que irrumpieron en la vida política nacional –con éxito inesperado— como fueron las figuras presidenciales de Vicente Fox y de Andrés Manuel López Obrador, quienes a su vez se cubrieron con un teflón que constituyó un escudo a todos los ataques que se les han hecho.
Hoy surge una nueva figura pública, con las mismas características de desenfado, sencillez y empatía con las grandes masas: la inesperada presencia de Xóchitl Gálvez ha modificado el tablero de la política que conduce a la sucesión presidencial.
Podemos estar de acuerdo, o no, en esta concepción simplista y campechana, pero más allá de cualquier análisis científico-social, estamos en presencia de fenómenos transformadores que cambian el escenario político. A Xóchitl Gálvez no le duele nada, resiste toda crítica y, entre más intensa es la embestida, más se agiganta su figura en la conciencia popular.
No sabemos cuánto tiempo pueda durar este fenómeno; pero, por ahora, se ha producido una gigantesca ola, que habrá que estudiar a la luz de la Sociología y de la Ciencia Política, porque hasta hace unos meses era una verdad absoluta el triunfo político de Morena, que hoy empieza a ponerse en duda.
En el pelotón de las corcholatas el único que plantea un nuevo lenguaje es Marcelo Ebrard con sus participaciones en tik-tok, sin embargo, la delantera la sigue conservando –con el apoyo de gobernadores y militantes— Claudia Sheinbaum.
En el frente opositor destacan: Beatriz Paredes, Santiago Creel y Enrique de la Madrid, pero el trote formidable de Xóchitl Gálvez –por ahora— los ha dejado atrás.
Una vez superadas las violaciones constitucionales, que podría haber marcado el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, como lo afirmó la magistrada Janine Otálora, la contienda se volverá cada día más interesante en la medida que se den ideas, propuestas y perfiles.
Elegir un nuevo gobernante implica comprender su ideología, sus proyectos y sus programas.
POR ALFREDO RÍOS CAMARENA
CATEDRÁTICO DE LA FACULTAD DE DERECHO DE LA UNAM
PRESIDENTE DEL FRENTE UNIVERSITARIO LATINOAMERICANO (1958-1962)
VICEPRESIDENTE DE LA SOCIEDAD MEXICANA DE GEOGRAFÍA Y ESTADÍSTICA
MAAZ