HIEL Y MIEL

Yo no fui, fue Teté

El pasto está muy seco y cualquier chispita puede ser muy peligrosa. La prudencia y la sensatez es lo que debiera imperar por parte de la máxima autoridad

OPINIÓN

·
Tere Vale / Hiel y Miel / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Con risitas, bombos y platillos, hace unos cuantos días se presentó en la llamada mañanera una nueva sección, seguramente muy gustada por los fieles seguidores del jefe del Ejecutivo: “No lo dije yo” o como yo la rebauticé “Yo no fui, fue Teté”, que creo que le queda mejor.

Aunque he llegado a pensar al paso de los días, que hay un título aún más adecuado: “Pégale, pégale que ella fue”.

Hay que reconocer que la actuación en este espacio de la señora Vilchis resulta especialmente destacada.

La ¿comunicadora? mostró aplomo, sentido del humor y hasta cierto siniestro encanto para colaborar con su jefe en ese arte difícil de encontrar la trampa más adecuada para no cumplir la ley. Felicitaciones.

En esta gustada sección se transmitirán semana a semana, críticas y defenestraciones sobre las campañas (que no son campañas) dirigidas a los aspirantes (que no son aspirantes) de la oposición a la primera magistratura de nuestro país. ¡Vaya tarea!

El desafío es formidable, ya que al mismo tiempo se evitará poner en duda la probidad (que no es probidad) de las corcholatas (que no son corcholatas, sino precandidata y precandidatos) en un recorrido agotador y de una inutilidad (que sí es una inutilidad) total, porque ya sabemos cuál persona resultará triunfadora.

O ¿a poco van a salir ahora con el viejo cuento de que una encuesta es una encuesta?

No se me hace.

El mismo día que esta sección se estrenaba, se dedicaron muchos minutos de la “conferencia de prensa” matutina a increpar y denostar, una vez más al periodista Ciro Gómez Leyva, quien, como todos sabemos, sufrió un atentado que estuvo a punto de costarle la vida.

Han pasado más de seis meses de estos hechos violentos y aún no sabemos quién fue el autor intelectual de ellos.

Más allá de las sonrisitas sardónicas y las bromas, estos señalamientos diarios por parte del Presidente a periodistas, intelectuales, políticos y académicos ponen en riesgo la seguridad de estas personas.

El pasto está muy seco y cualquier chispita puede ser muy peligrosa para todos. La prudencia y la sensatez es lo que debiera imperar por parte de nuestra máxima autoridad y de todos nosotros.

Lo más notable de este asunto es que quien hace malabares para no cumplir la ley y se enorgullece de ello, es el que juró solemnemente cumplir y hacer cumplir la Constitución.

Faltan poco más de 10 meses para el proceso electoral federal del 2024. Estemos conscientes de ello, de lo que está en juego. La fragilidad de nuestra democracia es evidente y por ello mismo es imperioso defender nuestras libertades y a nuestras instituciones.

La confrontación, la polarización, la descalificación, el escarnio y la mofa del otro no nos conducirán a donde queremos.

Para que nuestra democracia se fortalezca y vivamos mejor, primero que nada se necesitan demócratas. Recuperemos el papel protagónico de la ciudadanía. Por nuestro bien, tomémonos esto en serio.

 

POR TERE VALE

COLABORADORA

@TEREVALEMX

LSN