COLUMNA INVITADA

Democracia en las Américas: integridad y oportunidades

El Continente Americano es la segunda región con la percepción de integridad electoral media más alta del mundo. México y EU ocupan la posición 16

OPINIÓN

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Amalia Pulido / Columna invitada / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: El Heraldo de México

Hace algunas décadas, en uno de los estudios pioneros sobre consolidación democrática, Juan Linz y Alfred Stepan destacaron el factor actitudinal de la población hacia la democracia. La consolidación, decían, también se expresa cuando, frente a las crisis políticas y económicas más severas, la gran mayoría de las personas creen que cualquier cambio político futuro debe emerger y respetar parámetros y procedimientos democráticos.

No son pocos los académicos que resaltan la importancia de los valores y los aspectos culturales. Lo cierto, sin embargo, es que este factor se nutre, en buena medida, de las condiciones materiales en las que se desenvuelve la sociedad: el crecimiento económico, la igualdad de oportunidades y especialmente, los procedimientos bajo los cuales se organizan los comicios.

¿Qué nos dicen los datos sobre este último aspecto? La reciente publicación del Electoral Integrity Global Report 2023 proporciona una medida para comparar el grado en que las elecciones de los países cumplen con los estándares internacionales de integridad electoral. Convenciones y protocolos internacionales establecen directrices claras para medir la calidad de los comicios y mejorarlos procedimentalmente.

Entre los principales resultados, hay que destacar que América es la segunda región con la percepción de integridad electoral media más alta del mundo. México y EU ocupan la 16va posición del continente, por encima de países como El Salvador, Haití, Venezuela o Nicaragua. Las primeras 3 posiciones, Uruguay, Canadá y Chile, respectivamente.

Debemos, sobre todo, prestar atención a la forma en que son utilizados los recursos públicos para las campañas políticas. Para México, el componente del financiamiento es el más rezagado y se ubica muy por debajo de otros componentes del índice de integridad electoral, tales como el desempeño de las autoridades, el apego a la ley de los procedimientos o la forma en que se cuentan los votos.

Tener esto en mente es de gran ayuda para entender fenómenos como el descontento ciudadano con los partidos políticos. También podría explicar por qué el 36% de las personas entre 18 y 19 años creen que, en algunas circunstancias, un gobierno no democrático puede ser mejor o que da lo mismo el tipo de régimen político que tenemos.

En La democracia en América, Alexis de Tocqueville dedicó un pequeño espacio para reflexionar acerca de las nuevas naciones de América del Sur. Las vio agitarse por décadas entre revoluciones y golpes militares, en un estado alternado de miseria y crimen. El pensador francés estuvo tentado a creer que, para estas naciones, dada la inestabilidad de sus gobiernos, el despotismo sería un beneficio. Estas dos palabras, sin embargo, nunca se encontraron unidas en su pensamiento.

Debemos promover nuestro compromiso democrático, especialmente entre las juventudes. Los resultados del Índice de Integridad Electoral 2023 nos dan coordenadas claras para actuar conjuntamente.

POR AMALIA PULIDO

PRESIDENTA DEL INSTITUTO ELECTORAL DEL ESTADO DE MÉXICO

@PULIDO_AMALIA

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