Más allá de los fuegos artificiales políticos que casi a diario llaman la atención de mexicanos, estadounidenses y canadienses, especialmente en época de precampaña electoral, la importancia del Tratado comercial México-Estados Unidos-Canadá (T-MEC) difícilmente puede ser ignorada por los respectivos gobiernos.
De acuerdo con un reporte publicado por la prestigiosa Institución Brookings de Washington, hoy por hoy, América del Norte como región representa casi una tercera parte del Producto Interno Bruto (PIB) mundial y el comercio entre los tres países ampara 9.5 millones de empleos.
"En 2022, el valor total del comercio dentro de América del Norte superó los mil 500 millones de millones de dólares, lo que equivale a casi tres millones de dólares por minuto y es el resultado de un crecimiento de dos dígitos en los negocios durante los últimos dos años", indicó el análisis elaborado por los investigadores Diego Marroquín Bitar y Joshua Meltzer, de la propia Institución Brookings y el exembajador en México, Earl Anthony Wayne.
En el caso de México, impulsada por el nearshoring, la inversión extranjera aumentó 48 por ciento en el primer trimestre de 2023, en relación al mismo periodo de 2022.
En particular, de acuerdo con el reporte, la Inversión Extranjera Directa (IED) en el sector manufacturero se duplicó en el primer trimestre de 2023, de 24 a 53% y con Estados Unidos y Canadá como origen de la mitad de los fondos invertidos.
Del lado canadiense, casi la mitad de toda la IED en 2022 provino también de sus socios norteamericanos. Además, la IED en Canadá aumentó 23%, entre 2020 y 2022, lo que destaca el fortalecimiento de los lazos económicos dentro de la región.
En alguna medida, los datos publicados por la Institución Brookings no sólo avalan el T-MEC y el creciente vínculo entre los tres países norteamericanos, sino que introducen una gigantesca variable en los cálculos políticos de los tres gobiernos.
Y de paso, la importancia y significación geopolítica de su creciente integración se convierte en un argumento de dos filos para las tres naciones cada vez más integradas por cadenas de producción y entrelazamiento social.
El pacto, como tal está sujeto a una revisión en 2026, de hecho una determinación si ha de seguir adelante o no, de acuerdo con valoraciones que pueden incluirán cumplimiento de condiciones, que van de la observancia de la ley al respeto a reglamentos laborales o de medio ambiente.
La conveniencia económica y sus realidades teóricamente podrían ser disuasivas para posiciones políticas extremas, pero hasta ahora no ha sido así en realidad.
En Estados Unidos, la tentación de usar su potencia militar para combatir a los narcotraficantes mexicanos es un elemento presente en su actual precampaña electoral, mientras en México, siempre parece buena idea hacer gestos políticos para "guardar distancias" respecto a los estadounidenses.
POR JOSÉ CARREÑO FIGUERAS
JOSE.CARRENO@ELHERALDODEMEXICO.COM
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