COLUMNA INVITADA

La futura seguridad de México está determinada por la Guerra en Ucrania

Durante mucho tiempo, políticos y diplomáticos no entendieron o pretendieron no entender la magnitud de la amenaza del totalitarismo y dictadura en Rusia

OPINIÓN

·
Nataliia Popovych / Columna invitada / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Foto: Especial

En el mundo global del presente, las amenazas no conocen fronteras. Pensar que la guerra de conquista que Rusia lanzó contra Ucrania es un problema exclusivo de Europa es un error: lo que sucede ahora en mi país ejerce un impacto real sobre el orden mundial, especialmente en materia de seguridad internacional.

El destino de Ucrania concierne a la seguridad de México pues las decisiones tomadas hoy por cada país en el contexto de esta guerra fortalecerán la libertad y la justicia, dos cimientos fundamentales de un orden mundial renovado. Esto es lo que realmente está en juego frente a la tiranía que está construyendo el Kremlin.

Durante mucho tiempo, políticos y diplomáticos no entendieron o pretendieron no entender la magnitud de la amenaza alimentada por el totalitarismo y la dictadura en Rusia. Putin teme el florecimiento de una Ucrania libre y democrática porque el éxito de la sociedad civil ucraniana es una amenaza para el régimen autoritario que prevalece en Rusia. Se trata de un sistema que no permite el diálogo ni la búsqueda de compromisos.

El terror ruso exige una obediencia total: quien no se somete o no está de acuerdo con los dictados de Moscú es condenado a la tortura y la muerte.

Hacer concesiones a un oponente agresivo como Putin sólo alentará demandas más agresivas. Recordemos el Acuerdo de Múnich de 1938, cuando Francia y Gran Bretaña acordaron ceder la parte anexada de Checoslovaquia al Tercer Reich a petición de Hitler.

Los falsos referéndums en Ucrania sobre Crimea y otros territorios ocupados son casi lo mismo. Por eso, "sacrificar" territorios ucranianos al entregarlos a Rusia no detendrá a Putin.

En el contexto de la guerra ruso-ucraniana, sociedades emergentes como México deben decidir cómo protegerse de las pretensiones de las grandes potencias.

En 1994, confiando en las garantías de seguridad prometidas por Estados Unidos, Reino Unido y Rusia, Ucrania renunció a sus armas nucleares. A partir de 2014, Rusia violó estas obligaciones y sentó un precedente peligroso. Sus acciones son un incentivo para otros agresores en el futuro, especialmente si el mundo no castiga a Rusia por su ataque.

Un sistema de seguridad internacional renovado debe tener una clara vocación global. Por eso, aquellos Estados que mantengan una posición de neutralidad o muestren indecisión sobre esta guerra se privarán de la oportunidad de influir en su desenlace.
México tiene la oportunidad de invertir estratégicamente en su influencia política o de contenerse, dejando que otros decidan el destino de la arquitectura de seguridad que necesita América Latina.

En este momento, Ucrania juega un papel destacado en la difusión de valores necesarios para el futuro: la búsqueda de la paz, la libertad y la dignidad humana para todas las personas. Queremos sumar fuerzas con aquellas personas de buena voluntad en todo el mundo que favorecen la causa de la libertad.

POR NATALIIA POPOVYCH

Experta ucraniana en comunicación, abogacía y desinformación

MAAZ