COLUMNA INVITADA

Información estadística para el desarrollo

Una encuesta del Inegi interpreta la evolución de los patrones de consumo y gasto de las viviendas

OPINIÓN

·
Emilio Suárez Licona / Columna Invitada / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Hace ya algún tiempo, en este espacio reflexionábamos sobre el impacto y la relevancia de la institución que, con más de un siglo de camino recorrido, ha enmarcado la consolidación de un sistema de información estadística y geográfica que permite honrar los compromisos internacionales en materia de recopilación y generación de información consistente y oportuna. En ese sentido, el INEGI tiene la vital encomienda de, por ejemplo, dar cauce al levantamiento del Censo Nacional de Población y Vivienda, instrumento que implica uno de los ejercicios más relevantes del Estado Mexicano, tanto por su trascendencia para la planeación, implementación y evaluación de políticas públicas como por la magnitud y complejidad del entramado institucional que supone llevarlo a buen puerto. 

Otro ejercicio de especial relevancia en el ámbito del ejercicio de las atribuciones del INEGI está enmarcado en la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos del Hogar (ENIGH), cuyos resultados son publicados cada dos años y proporciona una visión general en torno a la configuración de los ingresos y los gastos de los hogares de nuestro país, mediante el procesamiento de datos sobre el origen de sus ingresos, la distribución de sus gastos y las diferencias entre entidades federativas, al tiempo de distinguir entre estratos socioeconómicos y otras características sociodemográficas.

La relevancia de dicha encuesta radica en que precisamente permite interpretar la evolución de los patrones de consumo y gasto de las viviendas, en el entendido de que la información estadística que se desprende de su levantamiento deriva en la comprensión integral de las brechas socioeconómicas existentes entre los grupos sociodemográficos. Por ello, de especial interés habrá de resultar el seguimiento a la publicación de los resultados de la ENIGH 2022 el próximo 26 de julio, ya que permitirá estudiar la evolución de los indicadores relevantes respecto a la edición de 2020, la cual estuvo marcada por el rezago derivado de la crisis del COVID-19, reflejado en la reducción de los ingresos de los hogares mexicanos en un 10.7%.

Asimismo, destaca el anuncio efectuado en días recientes por parte del INEGI, por el que se informó respecto al lanzamiento de una consulta pública para actualizar la metodología de la ENIGH con vistas a la edición del 2024. Tal actualización implicará, entre otros aspectos, diversas modificaciones a las preguntas de la encuesta para generar información oportuna sobre aspectos tales como educación inicial, lugar de nacimiento, afrodescendencia, asistencia escolar, lenguas indígenas, acceso a servicios médicos y programas sociales.

En tales circunstancias, y de cara a los procesos de reflexión y articulación de agendas políticas y programáticas en el marco de los procesos electorales, habremos de estar especialmente atentos a la evolución, estudio e interpretación oportuna de los indicadores estadísticos que dan seguimiento a los avances o retrocesos observados en materia socioeconómica, a efecto de establecer espacios adicionales para replantear y articular agendas públicas que posibiliten, en su caso, la profundización de los avances observados, pero sobre todo, que prioricen la definición de acciones que permitan mitigar el rezago y la marginación sobre la base de información útil, veraz y oportuna.

POR EMILIO SUÁREZ LICONA

CONSULTOR Y PROFESOR DE LA UNIVERSIDAD PANAMERICANA

@EMILIOSL

PAL