COMANDO Y CONTROL

China, la amenaza

El gigante asiático se ha esforzado por acercarse política y económicamente a México en los últimos 20 años, pero no hay una dimensión militar de la relación

OPINIÓN

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Íñigo Guevara Moyano / Comando y Control / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

La semana pasada tuvo lugar la cumbre de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), la alianza de defensa más poderosa en la historia, en Vilnius, en Lituania. 

La guerra en Ucrania dominó la agenda, pero hubo otros temas trascendentales: la próxima integración de Suecia, la necesidad de fortalecer el flanco sur de la alianza y, desde luego, la emergencia de China como una amenaza más presente, tanto para Occidente como para las economías desarrolladas asiáticas. 

La presencia de representantes de Japón, Corea del Sur, Australia y Nueva Zelandia confirmó esto último. Lejos de poder integrarse, por simple restricción geográfica, todos estos países buscan una asociación más cercana a la OTAN. 

Tokio recientemente anunció la intención de establecer una oficina de enlace de la OTAN en su capital para profundizar su acercamiento, sin embargo, esta iniciativa ha pasado a segundo plano, principalmente por presiones de Francia y Alemania, quienes ven una expansión hacia Oriente como prematura en este momento. Aun así, ambos países han desplegado unidades militares a Asia en los últimos años, para confirmar su capacidad de actuar en esas latitudes.   

Japón, Australia e India cierran filas junto con Estados Unidos alrededor del Diálogo de Seguridad Cuadrilateral, un mecanismo conocido como "Cuad" que comienza a tomar la forma de una asociación para facilitar la cooperación militar. Conforme los países de la "Cuad", Europa y Estados Unidos se unen, China vislumbra a Asia Central, Medio Oriente, África y Latinoamérica como las regiones en donde puede extender su influencia. 

Para México, la relación con la República Popular China es un tema complicado. Nuestro país es el segundo mercado más grande para productos chinos en América, después de EU. En 2022, la balanza comercial entre ambas naciones fue de 128 mmdd, de los cuales sólo 10 mmdd fueron exportaciones mexicanas. Al mismo tiempo, Beijing es un competidor directo de México, ofreciendo mano de obra barata, tan barata, que a principios del siglo XXI muchas empresas que habían establecido presencia en México se mudaron a China.  

Pero el gigante asiático ha hecho esfuerzos por acercarse política y económicamente a México en los últimos 20 años, hasta el momento, no hay una dimensión militar en esta relación, aunque en cuanto a seguridad, es bien conocido que China es la principal fuente de fentanilo para las organizaciones criminales mexicanas.    

Administraciones mexicanas han frustrado que la relación con Beijing tome una dimensión política, pero la presencia comercial China ha ido avanzando. Calderón y Peña Nieto se interesaron en grandes proyectos chinos de inversión: el puerto multimodal en Punta Colonet, Baja California, el tren ligero México-Querétaro, hasta la ciudad comercial Dragonmart, que llevaría a la instalación de cientos de empresas chinas en el Caribe mexicano… Pero dieron marcha atrás a casi todos. Pese a esto, desde 2017, varias compañías chinas obtuvieron  concesiones en los sectores energético, transporte y telecomunicaciones. Ahí permanecen trabajando, esperando el momento apropiado para crecer y extender la influencia de China.

POR IÑIGO GUEVARA MOYANO*

DIRECTOR DE LA COMPAÑÍA DE INTELIGENCIA JANES Y ACADÉMICO VISITANTE DEL ATLANTIC COUNCIL, EN WASHINGTON, D.C.

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